Las muertes maternas no deben ser entendidas como eventos aislados e individuales, pues están relacionadas con un conjunto de factores de tipo socio-económico que incide en el desarrollo integral de las mujeres: nivel educativo, situación económica, conducta reproductiva, historial clínico, nivel de acceso y calidad de los servicios de salud recibidos –en especial los de atención materna y planificación familiar.