La investigación del Observatorio Político Dominicano (OPD-Funglode) indica que junio fue el mes que registró mayor número de muertes de mujeres en mano de uno o varios hombres en República Dominicana.
(Santo Domingo, 8 de noviembre de 2016). En el marco de la celebración del Día de la No Violencia contra la Mujer, el Observatorio Político Dominicano (OPD), entidad adscrita a la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), publicó un estudio que revela que en República Dominicana se registraron 65 feminicidios en el primer semestre del año.
“El 54 de los 65 casos registrados corresponde a feminicidios íntimos representando un 83%, y 29 de estos ya estaba separada. Le siguen los cometidos por conocidos, con cinco (8 %); en tercer lugar, por familiares, con cuatro (6 %) y finalmente, aquellos ejecutados por extraños con dos casos (3 %)”, enfatiza el documento.
Flor Batista Polo, investigadora de la Unidad de Sociedad Civil del OPD y autora del estudio, explica que las 65 mujeres muertas como consecuencia de la violencia de género, 37 fueron por celos y por la negativa de la víctima a retomar la relación con el victimario.
Desglose etario y geográfico
La investigación señala que el mes con la mayor cantidad de feminicidios fue junio, con 16 casos; seguido de enero con 13. En tercer lugar se posicionaron marzo y mayo, cada uno con 11 feminicidios, luego febrero con 8 y finalmente abril con 6.
En cuanto a las provincias los mayores, números se concentraron en Santiago, donde hubo 12 y 10 en Santo Domingo.
“Al detallar la información correspondiente al Gran Santo Domingo se obtiene que en Santo Domingo Este se registraron 6 casos, dos en Santo Domingo Oeste, uno en Santo Domingo Norte y Los Alcarrizos. La Vega, San Cristóbal y Duarte presentaron cuatro casos cada una. Bahoruco, Elías Piña, Independencia, Hermanas Mirabal, Pedernales, Santiago Rodríguez, Monte Plata y San José de Ocoa no presentaron ningún caso”, asegura Batista.
La edad de las víctimas se encontró entre los 15 y los 69 años, mientras que la de los victimarios varió entre los 18 y los 69, siendo la edad promedio para las víctimas 31 años y para los agresores 37.
“23 víctimas tenían entre 15 y 25 años, y 25 estaban en un rango entre 26 y 36 años, 48 mujeres en total. Respecto a los agresores, estos se agruparon con 18 en los rangos de 26-36 años, y 17 entre 37-47, para un total 35. De los victimarios, 10 casos no registraron las edades”.
Tipo de armas
El 42.8 % de las muertes fue con armas de fuego; el 35 % con armas blancas; el 17 % por golpes o estrangulamiento, mientras que las muertes producto de incendios provocados representan el 5 %.
“El 42.8 % de las armas de fuego empleadas en los feminicidios registrados era ilegal, mientras que el 28.6 % corresponde a armas de reglamento de militares o seguridad de empresas privadas. Las armas sobre las que no se encontró ningún tipo de información o disponían de permiso para portarlas ocupan el 28.6 %”, puntualiza el documento.
Victimas invisibles del feminicidio
Tras cometer el hecho, el análisis hecho por el OPD indica que en el 43 % de los feminicidios (28 de 65 casos) el agresor trató de escapar, pero que en algunos casos fue apresado días después; 20 feminicidas se suicidaron, es decir, el 31 %, y cuatro (6 %) lo intentaron después de escapar del lugar del crimen
“El suicidio se da cuando ha existido una relación sentimental entre la víctima y el victimario. En ese sentido, el documento indica que en el país el 90 % de los feminicidios fue íntimo; además se repite otro patrón: el 80 % de los feminicidios-suicidios fue ejecutado con armas de fuego”, cita el estudio.
En el 85 % de los feminicidios hay menores de edad sufriendo una o varias pérdidas. En el 34 % de casos el dato sobre los hijos de la víctima no está disponible. No obstante, en el 66 % restante, la víctima tenía de 1 a 8 hijos, para un total de 79 personas que perdieron a sus madres.
En el 62 % de los casos se verificó la cantidad de hijos que tenían los agresores. De un total de 44 hijos que tenían los victimarios, 37 perdieron, al mismo tiempo, a sus madres y aproximadamente 68 de los 79, son menores de edad.
“Estas cifras revelan la necesidad de crear de modo obligatorio programas, políticas públicas y normativas jurídicas que garanticen la protección de las mujeres. Hay que prestar especial atención a la falta de legislación, debido a que a pesar de que hay normativas en las cámaras legislativas que abordan el problema, ninguna de ellas se encuentra en vigencia actualmente”, concluye la investigación.