“No estoy de acuerdo con la monopolización, porque eso lo que hace es que nos encarece, pero sí creo que el Estado dominicano debe abrir nuevamente los centros de investigación agropecuarios…” destacó el senador Adriano Sánchez Roa, al ser entrevistado por Gaudy Crispín y Flor Batista, de la Unidad de Poder Legislativo del OPD-FUNGLODE, con relación al Proyecto de Ley de Semillas.
12 de diciembre de 2014
Adriano Sánchez Roa. Nació el 24 de enero de 1956. Es técnico agrícola egresado del Instituto Agronómico y Técnico Salesiano en 1978. Obtuvo una licenciatura en Economía en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) en 1986.
Ha ocupado diversas posiciones, entre ellas, la de gerente agrícola, director departamental, director del Fondo Especial de Desarrollo Agropecuario y administrador general del Banco Agrícola de la República Dominicana (1994-1996). Es miembro de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas (ANPA) desde el año 1978, organización en la que ha ocupado puestos dirigenciales entre 1978 y 1993.
En el ámbito político, ha formado parte del Comité Ejecutivo Nacional (1998-2006) y dirigente del grupo agropecuario (1998-2008) del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). En 2008 ingresó a las filas del Partido de la Liberación Dominicana. Actualmente es vocero por la bancada del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) del Senado de la República.
Flor Batista (FB): Senador Sánchez, ¿Qué es la Ley Nacional de Semillas? ¿Qué busca?
Adriano Sánchez Roa (ASR): El proyecto de semillas, primero es fundamental porque en nuestro país, si las semillas no tienen calidad, la agricultura no sirve, y estamos hablando de que la agricultura es sinónimo de competitividad.
Dentro de poco se va a dar apertura al tratado DR-CAFTA y nosotros estamos produciendo por debajo de lo que necesitamos. Esto quiere decir que si no logramos subir esto, pues va a ocurrir justamente lo que está sucediendo en este momento, que los productos se están comprando fuera.
¿Qué pasa entonces con la semilla en este proyecto? Nadie podrá sembrar, si no son las semillas certificadas, las semillas producidas para tales fines. Unas semillas para eso se producen específicamente en una tierra con calidad, que tenga altos poderes germinativos.
FB: Algunos sectores han afirmado que realmente esta ley privatiza el uso de material de siembra. ¿Cuál es su postura ante esta afirmación?
AS: Con este proyecto se está dando obviamente una situación que nos lleva a cuestionarnos ¿qué pasa con la Ley de Semillas aquí? En este proyecto se puso un artículo que ha llamado mucho la atención y yo estoy de acuerdo con que se revise.
El artículo en cuestión es para que las semillas que financie el Banco Agrícola, que distribuye Agricultura, sean semillas de casas certificadas, y lo que ha dicho la gente es que se ha querido monopolizar en dos o tres empresas. Sin embargo, yo estoy de acuerdo con que cualquier compañía, cualquier persona que quiera vender semillas, se le permita. Nosotros no hemos dicho que son esas empresas las únicas que pueden vender. Que sean certificadas sí, y que el que venda semillas garantice que vende buenas semillas. Ahora, que se abra el mercado, que si existen al menos 80 compañías, 80 personas que quieran vender semillas se les permita. No podemos tener un monopolio.
De modo que para resolver la discusión que se viene dando, mi propuesta es: si se entiende que como se realizó el proyecto de ley se va a favorecer a dos o tres empresas, la solución sería que se le agregue al proyecto de ley un par de artículos, para que todas las empresas puedan participar.
No estoy de acuerdo con la monopolización, porque eso lo que hace es que nos encarece, pero sí creo que el Estado dominicano debe abrir nuevamente los centros de investigación agropecuarios y al mismo tiempo la multiplicación de semillas, porque no debe dejarse eso estrictamente a las compañías que tienen carácter comercial.
A mí particularmente me tocó hace unos años realizar una maestría en arroz. En esa maestría se propuso que los estudios relacionados se produjeran con una investigación estatal y eso no existe, las investigaciones del país son cerradas (las investigaciones agrícolas). Existe el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y forestales (IDIAF) y esta institución realiza un buen trabajo, pero limitado. Y entonces, tenemos la situación de que el 82 % del sector agropecuario es campesino sin posibilidades, entonces esos campesinos no tienen con qué comprar y el Estado tiene que auxiliarles.
El IDIAF hace muy buenas investigaciones, pero es para el productor grande. De hecho, el IDIAF es dirigido por un consejo, por un sector empresarial dominicano.
FB: ¿De qué forma garantiza esta ley que los pequeños agricultores no se verán perjudicados?
AS: Lo que tenemos que observar primeramente es que los pequeños agricultores ya están afectados, porque tienen semillas malas y con la mala calidad de estas semillas todo lo que tú hagas se va a perder, todo lo que siembren se va a perder.
Lo segundo es que, en mi opinión, en todos los países desarrollados se le da subsidio a su gente, se les da la semilla y la preparación del terreno. El Estado tiene que darle la semilla. Ahora, lo que hay que garantizarle es que la semilla no la preparen tres casas para que se sigan haciendo millonarios –como se han hecho– sino que eso sea controlado por el Estado, o sea que la semilla tiene que ser controlada por el Ministerio de Agricultura. ¿Por qué? Porque la mayor parte de los agricultores dominicanos son pequeños, aunque los grandes son los que se ven más.
La respuesta que ha ocasionado el Proyecto de Ley de Semillas en la población ha sido buena, porque ha logrado que la población se alarmara y por ello es necesario que se revise.
FB: Finalmente, ¿cuáles son los beneficios que traería este proyecto de ley?
AS: El principal beneficio que obtendríamos de este proyecto de ley es que las semillas sean de calidad y por lo tanto los productos también lo serán. Esto garantizaría que las cosechas se den y se den a tiempo, porque hay semillas que tú las compras y no nacen.
Y entonces ¿qué pasa con la semilla? Sucede que la semilla tiene que garantizarte a ti que es una semilla que va a dar el producto que tú quieres; que la semilla tenga buen poder germinativo; que tenga un ciclo de producción en el tiempo, que dé al final un producto que se coseche de calidad. Es decir, que la semilla tiene que reunir una serie de características para que sea buena, por eso, la semilla modificada es más cara que la semilla normal.