El estudio contiene series históricas correspondientes a los períodos legislativos 1994-1998, 1998-2002, 2002-2006, 2006-2010 y 2010-2016.
Víctor Mateo
Coordinador Unidad Poder Legislativo
Introducción
(Santo Domingo, 6 de noviembre de 2013). Desde 1994 la Universidad de Salamanca realiza la Encuesta Élites Parlamentarias de América Latina, en la que recoge "las percepciones y actitudes de los parlamentarios latinoamericanos en 17 países" (http://americo.usal.es/oir/elites/).
A partir de esos datos, la Unidad del Poder Legislativo del Observatorio Político Dominicano pretende explorar los cambios en las percepciones y actitudes de los diputados dominicanos sobre las líneas partidarias y la obtención de recursos para sus demarcaciones.
Disciplina en las organizaciones políticas
Maurice Duverger (1957) expone en su texto Los partidos políticos que “para 1850, ningún país del mundo (con excepción de Estados Unidos) conocía partidos políticos en el sentido moderno de la palabra: había tendencias de opiniones, clubes populares, asociaciones de pensamiento, grupos parlamentarios, pero no partido propiamente dicho” (p.15).
La autonomía de las agrupaciones políticas sobre sus acciones es una de las razones que hace seguir líneas y tendencias políticas, puesto que toda organización puede ejercer el derecho a la libertad de expresión, lo que se traduce en ejercicio democrático. Es en el devenir de tal ejercicio que sus líderes se van formando con la finalidad de alcanzar el poder.
Desde sus orígenes, la democracia interna en los partidos ha sido tema de debate. A pesar de que las organizaciones políticas procuran generar ideas y elevar las discusiones de los problemas sociales, muchas veces las posiciones que asumen sus dirigentes locales no guardan correspondencia con lo que persigue la cúpula partidaria. Esta situación genera conflictos internos, más cuando se trata de funcionarios designados o electos por el voto popular.
En este sentido, Duverger sostiene que la disciplina no es solo la fuerza principal de los ejércitos, sino también de los partidos. A la hora de intentar explicar las fuentes de la disciplina partidaria, una de la variables más utilizadas en los regímenes presidencialistas es el diseño del sistema electoral, con particular atención en tres dimensiones del mismo: el control de selección de candidatos; el control del orden en el cual los miembros son elegidos dentro de una lista partidaria; y la repartición de los votos entre los miembros de las partidos. Se sostiene que dicho control genera una situación de dependencia de los legisladores respecto del liderazgo del partido, lo que hace más previsiblemente disciplinado su comportamiento en el Congreso (Serrani 2003).
1. Línea partidaria v. necesidades comunitarias
La expulsión de legisladores
Las posturas asumidas por los legisladores responden muchas veces a líneas partidarias trazadas para favorecer o no el paso de un determinado proyecto de ley. A la luz de los resultados de la encuesta de la Universidad de Salamanca en algunos períodos analizados se han presentado conflictos de intereses que han generado disputas dentro de ciertas organizaciones políticas.
El estudio indica que en el período 1998-2002 los legisladores mostraron una postura más firme en cuanto a la expulsión de un miembro del hemiciclo que en determinado momento decidió votar en contra de las posiciones políticas de su partido. El 39.9 % estuvo muy de acuerdo con la acción. Durante esa etapa, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) expulsó a diez diputados por no haber votado en contra de la modificación de la Constitución de la República que fue promulgada en julio de 2002. Los demás períodos evidenciaron un notable desacuerdo al respecto.
Obtención recursos para demarcaciones
En principio, los legisladores procuran el beneficio de las demarcaciones que representan en su función legislativa. Esto fue lo que se reflejó cuando fueron consultados sobre la obtención de recursos para sus provincias.
A excepción del período 1998-2002, los demás cuatrienios indican que más del 90 % de los diputados otorgó “mucha importancia” a la captación de recursos a favor de sus provincias. Sin embargo, el renglón “poca importancia” alcanzó su máxima expresión en ese mismo período. La situación podría justificarse en el hecho de que en ese momento gobernaba el Partido de la Liberación Dominicana y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) tenía mayoría en ambas cámaras legislativas. Esta diferencia provocó un distanciamiento entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Línea partidaria v. necesidades comunitarias
El sistema electoral dominicano admite los partidos políticos como única vía de participación en las elecciones. Una vez conformada la organización política, su meta es alcanzar representación congresual mediante la presentación de candidatos a puestos electivos. Es de suponer que el interés general será perseguir el bien común del pueblo dominicano.
Uno de los conflictos que se verifican dentro de los partidos tiene su origen en la manera de actuar de los miembros que resultan electos a cargos públicos. Por ejemplo, en el ejercicio de sus funciones, los legisladores se ven en un dilema cuando se preguntan a qué acogerse: si a las directrices partidarias o a las necesidades del conglomerado que los eligió.
Cuando se les cuestionó al respecto, los diputados dominicanos no vacilaron en expresarse a favor de las necesidades de su distrito, provincia o demarcación. En ese sentido, el período que mostró mayor porcentaje de respuesta fue 2010-2016, con 87.2 %, mientras que el menor fue 1998-2002, aunque no dejó de ser el renglón más votado.
Se puede interpretar que el 23.1 % identificado con la línea partidaria en el período 1998-2002 respondió a que existió una minoría de legisladores perteneciente al partido que gobernó hasta el año 2000. Este hecho justificó la adopción de posturas a favor del Poder Ejecutivo.
La oposición de turno también trató de evitar el paso de proyectos procedentes del Ejecutivo cuando tuvo mayoría en otros estamentos del Estado, principalmente en el Poder Legislativo. Por esta razón, los partidos marcan líneas de acción en momentos determinados.
Bibliografía
Duverger, M. (1957). Los partidos políticos. México: Fondo de Cultura Económica.
Serrani, E. (2003). Informalidad, disciplina partidaria y cooperación institucional.
El caso del Senado argentino en el año 2002. Argentina: VI Congreso Nacional
de Ciencia Política. Universidad Nacional de Rosario.
Universidad de Salamanca (2013). Observatorio de Élites Parlamentarias de América
Latina. Disponible en: http://americo.usal.es/oir/elites/.
Fuente: Elaboración OPD-FUNGLODEa partir de los datos suministrados por la Encuesta Élites Parlamentarias de América Latina.