La investigadora del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE-Brasil), Sonia Terron y el investigador Omar Pérez, coordinador de la Unidad de Partidos Políticos del Observatorio Político Dominicano (OPD-FUNGLODE), presentaron los resultados de la aplicación del análisis geoespacial de las elecciones presidenciales en Brasil y República Dominicana.
En el conversatorio “Territorios electorales ¿Qué pasó en Brasil y República Dominicana?”, organizadopor el OPD-FUNGLODE, Terron presentó los estudios que recientemente desarrolló en Brasil sobre la regionalización del voto en las elecciones presidenciales de 2002, donde resultó ganador el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, primer presidente de izquierda en ser elegido democráticamente por los ciudadanos.
Manifestóquesuinterés era determinar cómo estaban conformadas las bases territoriales de los partidos después de 20 años de dictadura y cuáles cambios habían experimentado.
Terron indicóque el método implementado en su investigación “Dos Lulas: la geografía electoral de la reelección”, trabajó con cartografía descriptiva y con estadística espacial, herramientas que indican si hay relación espacial geográfica o no.
Encontró que entre los años 2002 y 2006 hubo un cambio en el territorio. En 2002, las regiones noreste y norte del país apoyaron más al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva que la sur y sureste. Sin embargo, destaca que para su reelección en 2006 Lula había perdido una considerable parte de los territorios que conquistó en 2002.
“¿Qué ha pasado?, ¿dónde Lula ganó más? La investigación registró que su fuerza electoral cambió hacia los territorios que son más carentes, lo que se traduce como un hallazgo significativo, pues su partido tradicionalmente se ha desarrollado en los grandes centros urbanos”.
Sostuvo que el principal factor que generó ese cambio fue que el gobierno anterior amplió mucho más el programa “Beca Familia” en las zonas norte y noreste, que la gestión de Lula da Silva.
“Los datos demuestran una transferencia hacia la región noreste que va mucho más allá de su participación en la población total del país. Más de la mitad de los beneficios y más de la mitad de las familias beneficiadas se ubican en esa región”, indicó
La académica precisó que la investigación también contempló determinar cuál fue el impacto generado por la implementación del programa “Beca Familia” en la economía local los municipios, desde el punto de vista del apoyo electoral.
“No se investigó cuánto estaban recibiendo los munícipes, sino cuál era el impacto según los ingresos económicos por zona, debido a que en los hogares con mayores ingresos el impacto no es el mismo que los que generan menos ingresos”.
Terron reveló que el análisis de los datos encontrados arrojó un impacto significativo del porcentaje de beneficio del programa “Beca Familia” sobre los ingresos mucho mayor que los propios ingresos promedio de los munícipes sobre el voto.
Análisis de las elecciones presidenciales dominicanas
Por su parte, Omar Pérez, coordinador de la Unidad de Partidos Políticos del OPD, presentó los resultados preliminares del proyecto Análisis de las Elecciones Presidenciales Dominicanas (AGEP).
Pérez puntualizó que el proyecto AGEP se circunscribe en los aportes del OPD a la producción de juicios empíricos en el análisis político dominicano. Destacó la fortaleza de la investigación, el uso de la geografía electoral y sus nuevas metodologías y tecnologías para interpretar la realidad nacional.
Dijo que el proyecto AGEP ha aportado la corrección y sistematización de los datos electorales presidenciales en el país en los resultados electorales en los distintos niveles, municipal y provincial.
“Construimos una meta data con indicadores que puntualizan dónde se encuentran las contradicciones en las base de datos oficiales”, añadió.
Resaltó como otro aporte del proyecto AGEP, la creación de la cartografía electoral dominicana de cincuenta años de transición a la democracia: República Dominicana desde 1962 a 2012.
“Cuando AGEP inició, no existían las delimitaciones municipales y provinciales correspondientes al momento de la celebración de cada una de las elecciones dentro de esos 50 años, por lo que era imposible presentar gráficamente la distribución del voto, lo que nos conminó a elaborar esa cartografía electoral, compuesta por 18 geodatabases (bases georreferenciadas) con mapas y datos electorales incluidos, que el OPD pronto pondrá a la disposición pública”, explicó.
El investigador alegó que la cartografía electoral elaborada por el OPD ha permitido realizar análisis longitudinales con una precisión sin precedentes en el país.
Sobre los resultados del análisis longitudinal basado en indicadores del sistema de partidos a escala nacional, Pérez se refirió a la volatilidad electoral desde 1962 hasta 2012, la concentración del voto, el número efectivo de partidos y la competitividad electoral.
Destacó que en las últimas elecciones el sistema de partidos ha mostrado estabilidad, y que desde el punto de vista de las alianzas, se verificó el alineamiento electoral bipartidista.
Respecto al análisis espacial, explicó que no se encontraron diferencias relevantes entre los territorios que mostraron dependencia especial significativa y aquellos que no, en cuanto a cambios en la orientación del voto.
Según Pérez, este resultado se ajusta a lo esperado, considerando aspectos relevantes vinculados a la nacionalización política, que se refiere a la homogeneidad del comportamiento y las preferencias electorales entre las distintas demarcaciones de un país.
“Hay cuatro aspectos que soportan estos resultados, entre ellos, que República Dominicana es un país pequeño, sin segmentación cultural relevante y que como república unitaria existe poca diversidad institucional. Además, el vertiginoso desarrollo de los medios de comunicación permite a los candidatos desarrollar campañas de contenido nacional y que exista una baja diferenciación ideológica y programática de los partidos”, puntualizó
El conversatorio “Territorios electorales ¿Qué pasó en Brasil y República Dominicana?” se enmarcó en el objetivo del OPD de analizar temas vitales que promuevan el desarrollo humano y el fortalecimiento democrático del país, así como el desarrollo de propuestas de políticas públicas y planes de acción que ofrezcan respuestas a los problemas nacionales, desde una perspectiva multidisciplinaria e integral.