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Estos datos están contenidos en un estudio del OPD-Funglode en el que se evalúa la situación actual acerca de estos temas en el país en este contexto de emergencia sanitaria, a la vez que se presenta el panorama en América Latina y las políticas y protocolos aplicados para contrarrestar la situación.

Santo Domingo, 5 de mayo de 2020. De acuerdo con un estudio del Observatorio Político Dominicano (OPD), la cantidad de casos de violencia de género y de feminicidios disminuyeron durante los primeros 40 días de distanciamiento social en República Dominicana ante la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, la investigación resalta que no sería de extrañar que en República Dominicana pase como en España, Italia y Argentina, en donde se evidenció un aumento de estos casos de violencia de género, pero exactamente dos semanas después de implementada la medida de confinamiento, el incremento de denuncias volvió a incrementar.

El análisis de la Unidad de Sociedad Civil de la entidad adscrita a la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), señala que el caso de República Dominicana llama la atención porque esta nación ocupa el quinto lugar con mayor tasa de feminicidios de la región, aunque aclara que no necesariamente hay una reducción de casos, sino, en la cantidad de denuncias que se sometieron ante el Ministerio Público.

Estadísticas consultadas

El informe del OPD-Funglode se apoya en cifras del Ministerio de la Mujer, donde se cita que, en promedio, desde el 17 de marzo se recibieron 20 llamadas por día, sumando 619 hasta el 12 de abril. De estas, 360 correspondían a mujeres denunciando violencia física (243), violencia psicológica (106) y violencia verbal (11).

“Esto representa, en promedio, una disminución de 11.1 llamadas diarias, en comparación con ese mismo período para el año 2019. De igual forma, en 25 días (17 de marzo al 12 de abril), la entidad dio protección en las casas de acogida a 19 víctimas y sus 35 hijos menores de edad”, manifiesta la autora del cuadernillo, Flor Batista Polo.

Agrega que durante los primeros 40 días de aislamiento social se registraron 988 denuncias, de estas 590 eran mujeres denunciando violencia física (69 %), psicológica (27.6 %) y verbal (3.4 %), es decir, 14 llamadas por día de este tipo de delitos.

Denuncias interpuestas

Respecto a las denuncias presentadas ante las Unidades de Atención Integral a la Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales y en el centro de contacto Línea Vida, el primer reporte fue presentado por la magistrada Ana Andrea Villa Camacho abarcando el período 19 de marzo hasta el 1 de abril. Conforme lo especificado por la magistrada, en esta institución también se muestra una disminución de 50% en las denuncias por violencia intrafamiliar, de género y delitos sexuales, informa el OPD.

Destaca que solo en 14 días (19 de marzo al 1 de abril) se registraron 813 denuncias por este tipo de delitos, de estas, 206 obtuvieron órdenes de protección (25.3 %), 185 órdenes de arresto (22.8 %) y 98 medidas de coerción (12.1 %). Mientras, en marzo de 2019 se notificaron 5,542 denuncias, sin embargo, no es correcto realizar este tipo de comparaciones pues las cifras presentadas para el período de 2019 corresponden a casos registrados durante los 31 días de ese mes. El rango de tiempo del análisis es distinto.

Propuestas del OPD

Batista Polo considera que esta emergencia sanitaria se vuelve compleja para las féminas que sufren de violencia de género, pues como normalmente son las encargadas de las labores de cuidado y el trabajo no remunerado, la carga resulta más pesada para ellas.

“Estas responsabilidades más el hecho de estar confinadas con un agresor o potencial agresor y la incertidumbre de a dónde ir y qué hacer pueden convertirse en mecanismos de disuasión. Empero, esto incrementa el nivel de riesgo de ser víctimas de la violencia feminicida”, lamenta la investigadora del OPD-Funglode.

Al respecto, el OPD-Funglode recomienda algunas acciones que podrían implementarse en este contexto y después que pase la crisis sanitaria, entre las que se encuentran ubicar espacios o lugares que sirvan como refugios para las mujeres que tengan y quieran dejar el lugar de convivencia con el agresor, utilizando los protocolos establecidos para combatir el COVID-19.

Además, sugiere realizar una campaña comunicacional de concientización y prevención contra la violencia de género masiva, incentivar una rápida y eficaz actuación del sistema judicial y policial ante estos casos, establecer un protocolo que les permita a las mujeres agredidas o en riesgo de serlo solicitar ayuda en farmacias y supermercados e incluir a la ministra de Mujer o a algún especialista en temas de género en contextos de emergencia en la Comisión de Alto Nivel para la Prevención y Control del Coronavirus.

Al igual que en los países de la región, Batista Polo, plantea que en República Dominicana se implementó un conjunto de medidas sin incluir la perspectiva de género y prever las posibles problemáticas que surgirían o se profundizarían con esto. Tal es el caso de la violencia doméstica, intrafamiliar y de género considerando que, en promedio, anualmente se registran 75,530 denuncias por estos delitos desde 2017. No obstante, en este contexto las medidas aplicadas parecen ser pertinentes, pero “¿qué pasará si llega un pico en la violencia de género en el país y solo se cuenta con tres casas de acogida con capacidad para unas 110 mujeres y sus hijos menores de 14 años?”.

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