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Tras finalizar el plazo de cumplimiento de los ODM en 2015, la investigación del Observatorio Político Dominicano (OPD-Funglode) evalúa los logros y fracasos del país y proyecta cuál es el futuro de la nueva estrategia de la ONU

 

(Santo Domingo, 25 de febrero de 2015). El Observatorio Político Dominicano (OPD), entidad adscrita a la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode), publicó un análisis que evalúa el desempeño de República Dominicana en el cumplimiento de los compromisos asumidos con la firma de la Declaración del Milenio y proyecta la Agenda de Desarrollo Post-2015.

“Los ODM son el resultado de un compromiso que 191 jefes de Estado y de Gobierno hicieron en la Cumbre del Milenio celebrada en el año 2000 y que fijaron metas medibles en un horizonte de tiempo definido (1990-2015) y exigieron a los gobiernos a definir políticas de mediano y largo plazo para enfrentar la pobreza y alcanzar un mayor desarrollo humano. Los objetivos elegidos fueron ocho, cada uno con varias metas asociadas a indicadores que medían el progreso alcanzado”, precisa el estudio de la autoría de Fanny Vargas, coordinadora de la Unidad de Políticas Públicas del OPD.

Previo a este balance general, el OPD le dio seguimiento a cada objetivo a través de la publicación de una serie de ocho análisis que evaluó el cumplimiento de cada meta y sus indicadores de manera individual.

Balance cumplimiento de los ODM en RD

Frente al primer ODM, que se propuso reducir la pobreza extrema, al igual que el hambre, y lograr empleos dignos para todos, República Dominicana cumplió con dos de los tres cometidos, de acuerdo con la investigación del OPD.

La pobreza extrema se redujo: de un 8.1 % llegó a un 5.4% y el hambre logró reducirse a la mitad. Sin embargo, el país no logró un progreso en el desempleo; por el contrario, durante los últimos años tuvo ligeras alzas en los porcentajes, revela Vargas.

Respecto al segundo ODM, lograr la enseñanza primaria para todos, el análisis sostiene que el país no cumplió a cabalidad esa meta, ya que la matriculación en la enseñanza básica se ha mantenido en torno al 95 % en los últimos 10 años, a pesar de que la educación hasta el octavo grado ha aumentado considerablemente.

Con relación a promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, el tercer ODM, la investigación señala que para su cumplimiento se requería eliminar las desigualdades entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria. Sin embargo, puntualiza que la participación de las mujeres en el empleo dominicano no agropecuario pasó de 38.6 % en 2000 a 41.2 % en 2011, lo que significa que el mayor nivel educativo logrado por las mujeres no se ha traducido en un acceso a más y mejores empleos.

“Este nivel de participación femenina en la fuerza laboral es inferior al promedio de 44 % estimado en 2011 para América Latina y el Caribe. En tanto, la representación política se mantiene sin cambios desde 2010: la proporción de mujeres en el Senado es 10.3 %, en la Cámara de Diputados es 20.8 % y en las alcaldías, de 7.7 %”, apunta Vargas.

República Dominicana tampoco pudo lograr en su totalidad el cuarto ODM, que era reducir en dos terceras partes las muertes infantiles. “El desempeño del país ha sido insuficiente para reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años, a pesar de que se redujo en 55 %. La mortalidad por cada 1,000 niños nacidos pasó de 59.7 % en 1990 a 27.1 % en 2012, y se estimó una tasa de 24.2 % para el año 2015”, precisa el estudio del OPD.

Frente al quinto ODM, que guarda estrecha relación con el anterior, República Dominicana alcanzó la meta de reducir en tres cuartas partes la mortalidad materna y que las mujeres tuvieran acceso universal a la salud reproductiva para 2015.

“En 1991, República Dominicana registró una tasa de mortalidad materna de 187.6 muertes por cada 100,000 nacidos vivos, superior al promedio de América Latina y el Caribe (180). Para el quinquenio 2002-2007, la cifra se redujo a 159 defunciones maternas, lo que equivale a una reducción de 15 %, comparado con 1991. La tasa continuó decreciendo a un ritmo promedio de 1 % anual, por lo que para 2015 se proyectaba en 141.5 muertes por nacidos vivos, muy superior a la meta de 46.9 planteada por el objetivo”, señala la investigadora.

La investigación indica que el país cumplió parcialmente el sexto ODM. La meta era reducir como punto central el VIH/sida y se logró; sin embargo, están otras enfermedades como la malaria, que disminuyó; la tuberculosis se mantuvo igual, mientras que el dengue elevó sus cifras.

“La tasa de incidencia del VIH/sida, es decir, la cantidad estimada de nuevas infecciones del virus por año por cada 100,000 personas, pasó de 5.2 % en 2001 a 1.6 % en 2012, una reducción de 69 %. Además, la cobertura de antirretrovirales para la población que vive con VIH era de 90 % en 2012 y tendía al 100 % para el final del plazo”, señala.

Con el dengue no pasó lo mismo, ya que los resultados de la investigación indicaron que entre 2005 y 2012 la enfermedad mostró picos epidémicos cada dos o tres años, siendo el más relevante el de 2010, con una tasa de incidencia de 122.6 por 100,000 habitantes. En 2012, la tasa alcanzó 93.6, con una significativa proporción de enfermos graves. La mortalidad es alta, particularmente en los casos de dengue de tipo hemorrágico.

En cuanto al séptimo ODM, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, según el estudio hubo un progreso significativo en ciertos indicadores, pero queda mucho pendiente. Vargas cita las estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales que cifran en 39.7 % la proporción de la superficie del territorio nacional cubierta por bosques para el año 2011, superando las expectativas fijadas en 2003, que estimaban un 35 % para 2015.

También las zonas protegidas pasaron de 18.9 % de la superficie terrestre en el año 2000 a 25 % en 2011. Las zonas marinas protegidas aumentaron de 4.1 % en 2000 a 9.3 % en 2009, lo que implica un incremento de 127 %. Y en cuanto a la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento, en 2007 se estimó en 13.9 % la proporción de la población sin acceso al agua potable, una reducción de 58 % respecto al valor registrado en 1991 (33.6 % de la población).

Respecto al octavo y último ODM, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales a precios asequibles, en el país no hay estadísticas disponibles sobre este tópico, por lo que para medirlo el estudio se utilizó el gasto público en medicamentos a precios corrientes, “que para el año 2011 fue equivalente al 8.6 % del gasto público en salud. Esto muestra un aumento de 62 % comparado con el año 2010”, establece la investigación.

Otra meta de este objetivo de desarrollo era dar acceso a los beneficios de las nuevas tecnologías. En cuanto a esto, 4.9 personas de cada 100 disponían de teléfono fijo o celular en 1990, proporción que se elevó a 18.7 en 2000 y a 88.8 en 2009. El acceso a la Internet pasó de menos del 1 % en los años 1990, a 45 % en 2012. A pesar del avance en la penetración de la Internet, su acceso presenta brechas sociales y geográficas significativas, así como también importantes diferencias en el servicio", precisa la investigación.

Perspectiva post 2015: Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha planteado la necesidad de una agenda que concluya la labor de los Objetivos del Milenio (ODM), estos serían los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), publicados en diciembre pasado después de una consulta a escala mundial.

“El proceso de generar los ODS fue de negociación plural entre gobiernos, la sociedad civil, los jóvenes, las empresas y otros sectores. Empezando desde el 2012, las consultas regionales trataron de temas que figuraban en los ODM como salud, educación, seguridad alimentaria y nutrición, desigualdad, crecimiento y empleo y sostenibilidad ambiental; pero también incluyeron temas nuevos como agua, energía, gobernanza, dinámicas de población y conflicto y fragilidad”, destaca el documento del OPD-Funglode.

Vargas manifiesta que los ODS contienen 17 objetivos, en comparación con los ocho trazados por los ODM; además, abarcan 169 metas, en vez de 69, como en los ODM, lo que significa que representan una idea mucho más amplia y ambiciosa del desarrollo humano que la que guió los ODM. Sin embargo, los ODS han sido ampliamente criticados, considerados por muchos como “desmesurados y diluyen la capacidad de generar cambios transformativos”.

“De acuerdo con la ONU, el seguimiento y evaluación de los objetivos y las metas se llevarán a cabo utilizando un conjunto de indicadores mundiales que se complementarán con indicadores regionales y nacionales”, concluye el estudio.

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