Entrevista realizada a Dionis Alfonso Sánchez Carrasco, senador por la provincia Pedernales, en torno a la Ley de Desarrollo Fronterizo
Greidys Roa Chalas
Investigador
A sus catorce años de vigencia, los resultados de la Ley núm. 28-01, de Desarrollo Fronterizo, están por debajo de lo esperado y los escasos beneficios que hasta el momento ha reportado presentan una distribución muy desigual entre el norte y el sur de la frontera. Así lo revelan los resultados de la investigación “Balance de la ley de Desarrollo Fronterizo: entre el olvido y la necesidad de progreso”, realizada por esta unidad.
Esta ley ha sido el centro de un amplio debate nacional, en el que se cuestionan elementos que van desde su eficacia en el objetivo de impulsar el desarrollo de la frontera, las distorsiones que genera en el mercado nacional, hasta las posibilidades de ser reformulada. En tal sentido, se consultó la opinión de los senadores de las provincias de la zona fronteriza, quienes por separado expresaron sus opiniones sobre esta norma. En esta entrega se presenta la realizada al señor Dionis Alfonso Sánchez Carrasco, de la provincia Pedernales.
1. Los resultados de la Ley núm. 28-01 han sido muy desiguales entre las provincias de la parte norte y sur de la frontera. ¿Cuál es la razón por la que las provincias del sur se han quedado tan rezagadas en comparación con las de la parte norte?
La gran dificultad es que, a pesar del incentivo, es difícil instalarse en la frontera, con todas sus dificultades: la distancia, el transporte… no es fácil. El que invierte lo hace con el criterio de ganar, donde está el mercado.
2. Representantes del sector privado consideran que las exenciones de la Ley núm. 28-01 impulsan a una competencia desleal. ¿Qué opina usted al respecto?
Si fuera una competencia desleal, tan beneficiosa para los que se instalan en la frontera, ellos mismos estuvieran metidos allá. La ley busca una forma de balancear, porque los que más tienen y los que más ganan no se dan cuenta de que en este país tenemos dos países en un mismo territorio. La ley no ha afectado en nada al sector privado.
A los empresarios que se oponen a la ley no les interesa el desarrollo social y económico de la frontera, ni el peligro que significa que la misma quede despoblada y ocupada por haitianos, solo se enfocan en las ganancias que quieren obtener y no piensan en la parte más pobre del país.
3. ¿Debe ser reformulada la ley?
“La ley debe ser reformulada e inclusive actualizada, debe tratarse de hacer un equilibrio porque los empresarios, siempre con su intención de ganar más, se han instalado básicamente en la parte que está más cerca a Santiago, como es el caso de Montecristi. Debe equilibrarse de forma que queden distribuidas en toda la línea fronteriza, porque la frontera más pobre y más extensa del país es la del sur y es donde menos se han instalado empresas fronterizas. Debe ser reformulada en esa dirección.
La ley se ha quedado corta con su propósito. En la frontera seguimos teniendo los mismos problemas de desempleo, el que se hace profesional y es fronterizo tiene que emigrar, la frontera se ha ido quedando sola y no nos damos cuenta de la parte social que implica esa situación. Los espacios que son cedidos por los fronterizos son ocupados por los haitianos. Pero además, se van a las grandes ciudades a crear los cordones de miseria. Si pudiéramos evitar que los que viven en la frontera tengan que irse a las grandes ciudades se limitarían esos cordones de miseria.
La frontera juega un papel que no ha sido entendido por el país todavía. Tenemos comunidades pequeñas en las que más del 70 % de su población es haitiana. El problema haitiano lo estamos sufriendo ahora porque ya es un problema nacional, antes solo nosotros los fronterizos hablábamos del problema haitiano. Yo me alegro que ya sea un problema nacional para que el país se preocupe por el tema.