Actualmente existen condiciones internacionales favorables para que se desarrolle el turismo de salud en R.D. Solo basta que a nivel interno las autoridades reguladoras y promotoras de los sectores salud y turismo, además de incluir acciones que impulsen esta modalidad de turismo en sus distintos instrumentos de planificación, logren también articular acciones con los demás actores que concurren en la industria. De esta única forma, el país podría, en un futuro cercano, aplicar las mejores prácticas implementadas a escala global y colocarse entre los países líderes mundiales en turismo de salud.
*Descriptores: Turismo de salud, turismo médico, viajes por motivo de salud, pacientes turistas, pacientes extranjeros
Juan Pérez Osorio
Investigador de la Unidad Políticas Públicas
Santo Domingo, 19 de noviembre de 2015
Existen ciertos servicios que resultan cruciales para la generación y la satisfacción de las necesidades del turista, mientras que otros solo juegan un papel periférico o de soporte. Por consiguiente, el turismo es muy variado y es una industria no tradicional que cuenta con ciertas características importantes: estacionalidad en la demanda, provisión de servicios como producto principal, multiplicidad de públicos metas y proveedores, entre otras.
Ahora bien, un término que cada vez más adquiere mayor fuerza dentro de la industria turística es el de turismo de salud, que es el proceso en el cual una persona viaja fuera de su lugar de residencia con el objetivo de recibir servicios de salud o bienestar.
Aunque no existe un consenso general en cuanto a la clasificación del turismo de salud, la Asociación Médica de Turismo (MTA, por sus siglas en inglés), lo divide en dos grandes modalidades, que inciden de forma diferente sobre los pacientes y que tienen diversas concepciones. Estas son:
- Turismo de bienestar. En esta categoría se agrupan todas aquellas actividades que buscan mejorar la calidad de vida de las personas, logrando un incremento de su satisfacción con respecto a la salud física, mental, emocional, espiritual y social de las personas; esto incluye actividades físicas y recreativas, así como prácticas específicas que logran este propósito. Desde un enfoque meramente preventivo, esta modalidad abarca actividades de promoción y protección de la salud y diagnóstico primario de enfermedades.
- Turismo médico. Esta categoría encierra el diagnóstico y tratamiento inmediato de las enfermedades, lo cual incluye tratamiento hospitalario y farmacéutico. Con un enfoque más reactivo o curativo, esta modalidad se orienta más hacia los servicios terciarios de salud altamente especializados, que implican el tratamiento de una enfermedad o condición por medio de servicios que se ofrecen en instalaciones y por profesionales de salud especializados. Estos servicios que incluyen cirugías, trasplantes, tratamientos de enfermedades crónicas, servicios dentales y medicina estética1, se consideran esenciales para recuperar la salud.
Contexto internacional
Ganancias a escala mundial
Diferentes instituciones globales de notoriedad, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Turismo (OMT), coinciden en que el turismo de salud es tendencia creciente mundial. Según datos de la MTA, el turismo médico representa más de cien mil millones de dólares en ventas anuales, estimándose un crecimiento de un 35 % por año y generando el 2.5 % del total de viajes por avión. Para 2017, se espera que los estadounidenses gasten fuera de Estados Unidos al menos 228 mil millones de dólares en atenciones médicas (Deloitte, 2009). De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el turismo médico mueve más de nueve millones de europeos y genera a nivel mundial 75,000 millones de euros anualmente; y se espera un incremento hasta 2020, de un 90 % en los viajes cuya motivación sea la salud y el bienestar.
Mientras tanto, el nicho de mercado del turismo de bienestar se ha calculado en 439 mil millones de dólares a escala mundial y con posibilidades de crecer aún más, siendo Estados Unidos, Francia, Austria, Alemania y Suiza los países que reciben mayor flujo de turistas de bienestar. Esta modalidad promete para los próximos cinco años un crecimiento promedio anual de 9.9 %, casi el doble de la tasa de crecimiento mundial del turismo, por lo que para 2017 alcanzará la suma de 678 mil millones de dólares en beneficios, el 16 % de todos los beneficios del turismo mundial (MTA, 2013).
Líderes mundiales
En la actualidad, Latinoamérica y Asia son las dos regiones mundiales líderes en turismo médico. Específicamente México, India y Singapur poseen la demanda más elevada de turismo medico a escala internacional. Corea del Sur, por su parte, está invirtiendo más de cuatro millones de dólares al año para promover su industria de turismo médico dominada prácticamente por las cirugías plásticas2. En la India, entre los años 2009 y 2011 el número de turistas médicos creció un 30 %, lo cual proyecta que a partir del año 2015, India recibiría cerca de medio millón de turistas médicos anualmente. México, un país que solo en 2013 recibió alrededor de 12 millones de turistas internacionales, de los cuales 6.5 millones fueron estadounidenses, espera para 2020 alcanzar los 650,000 turistas médicos provenientes de Estados Unidos. Justamente, los países más exitosos en el turismo de salud tienen un apoyo importante de las administraciones públicas. Los gobiernos tailandés, indio, de Singapur y Filipinas han identificado este sector como estratégico, de tal forma que han desarrollado políticas de apoyo público con las que el turismo de salud se ha consolidado (MTA, 2014).
* La OCDE habla de 200,000 turistas de salud en Cuba, pero se optó por el dato de 22,000 turistas, debido a que es el más frecuente en las fuentes consultadas.
En Latinoamérica, los gobiernos están haciendo múltiples esfuerzos para promocionar su país como destino de turismo de salud. Por ejemplo, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica han realizado importantes estudios sobre el potencial de la industria de turismo de salud y lo han declarado, por decreto, como de interés público (EOI, 2013).
El gobierno colombiano ha mostrado su apuesta clara por esta industria, sobre todo desde 2010, y ha establecido una línea estratégica dentro sus instrumentos de planificación estatal para posicionar a Colombia como destino de turismo de salud. La estrategia incluye apoyo financiero para la remodelación y mejora de las infraestructuras hospitalarias, acuerdos con socios turísticos, asistencia y participación en diversos eventos y ferias internacionales de turismo de salud, acuerdos con entidades medicas internacionales (por ejemplo, el Jackson Memorial International o la Clínica Mayo, ambos norteamericanos), y la creación de las llamadas Zonas Francas de Salud (siete áreas con infraestructura especializada para el turismo de salud) (Forestieri, 2012).
Al igual que Costa Rica, El Salvador ha creado una organización de apoyo y promoción de los servicios de salud a extranjeros o a nacionales en la diáspora. Ha creado la Cámara de Exportadores de Servicios de Salud (EXPORTSALUD), que promociona en Estados Unidos los servicios médicos de El Salvador entre la comunidad salvadoreña residente en dicho país (USAID, 2011).
México es un destino líder en turismo de salud, debido primordialmente a que los precios de los procedimientos son un 50 % más baratos que en Estados Unidos y Canadá, ambos países principales emisores de turistas médicos para México. Y también porque este país dispone de unos 150 hospitales acreditados por la Joint Commision (JCI)3, razón por la cual, además de la cercanía, es uno de los principales receptores de turistas médicos norteamericanos (MTA, 2013).
Cuba ha sido un destino de turismo médico muy popular durante más de 40 años. Miles de pacientes viajan a Cuba, sobre todo desde Latinoamérica y Europa, atraídos por el prestigio de los médicos cubanos, los bajos precios y la cercanía con enclaves turísticos para recuperarse. Solo en 2006, Cuba recibió alrededor de 20,000 turistas de salud en busca de tratamientos contra el cáncer, cirugías generales y oftalmológicas (McKinsey, 2008).
La observación de las ejecutorias de los países líderes en el sector permite poner en claro que las estrategias nacionales de apoyo al turismo de salud también involucraron al sector privado, en algunos casos, diseñando o desarrollando complejos médicos en ciudades o áreas geográficas específicas; en otros, acudiendo a la figura del clúster para organizar y estructurar el producto del turismo de salud. Hace más de una década, Filipinas creó el clúster de turismo de salud con el apoyo de diferentes instituciones, proveedores de salud (hospitales y clínicas de alto nivel y organismos públicos.
Especialidades médicas más demandas
Los procedimientos médicos más demandados a escala mundial dependen en gran medida del país emisor de los pacientes, del precio de los tratamientos en su país, de la cobertura de los seguros médicos que poseen, y hasta de factores sociales y culturales.
En todo caso, tomando como referencia los datos aportados por la OCDE, a escala mundial los tratamientos más demandados son:
- Cirugía estética: Entre los países que se destacan como mayores receptores de pacientes que buscan cirugías estéticas están Corea del Sur, Nicaragua, México, Colombia, Taiwán, Turquía y Tailandia. Principalmente porque los costes de estos procedimientos en los países más desarrollados son muy elevados. El principal mercado emisor de pacientes de cirugía estética hacia estos destinos es Estados Unidos.
- Tratamientos dentales: Al igual que en el caso de la cirugía estética, determinados países en vías de desarrollo se destacan por su oferta en profesionales y centros especializados en tratamientos avanzados de odontología, a un coste mucho menor que los países desarrollados.
- Cirugía cardiovascular: Además del menor coste que representan estos procedimientos en algunos países como la India o México, el factor de la calidad percibida por los pacientes juega un papel preponderante, sobre todo porque la mayoría de los hospitales especializados en cardiocirugía de los mencionados países están acreditados por la JCI.
- Otros procedimientos ampliamente demandados son la cirugía ortopédica y los tratamientos de reproducción asistida, donde se destacan naciones como Tailandia, Alemania, España y desde luego la India.
Ya que el precio es uno de los factores fundamentales que determinan la elección del destino, es conveniente señalar las diferencias en los precios de los principales tratamientos, según el país de destino. Tal como puede verse en el Cuadro núm. 2, EE.UU. es el país con los costes más elevados en prácticamente todos los tratamientos.
Principales países emisores
Un estudio de la FNCP indica que el 51 % del negocio del turismo de salud se emite desde países europeos y el 32 % desde Norteamérica. La lista la encabezan EE.UU y Alemania, seguidos por Francia, Reino Unido, Oriente Medio, los países escandinavos e Italia. Los pacientes provenientes de estos países o regiones concentraron el 81 % del volumen del negocio a nivel global.
Es importante resaltar que más del 80 % de esta modalidad de turismo se genera en el entorno inmediato, es decir, sin sobrepasar las tres horas de vuelo.
Motivos principales de los viajes de turismo de salud
Dentro del contexto internacional la movilidad de los pacientes ha experimentado un cambio de tendencia en los últimos años. Treinta años atrás lo más habitual era ver que el flujo de pacientes iba en busca de determinados procesos médicos desde los países en vías de desarrollo hacia los países desarrollados, hoy día es a la inversa: ya no es raro ver pacientes norteamericanos o europeos yendo a México o a Costa Rica en busca de tratamientos médicos.
Las principales razones por las que se ha producido este cambio de tendencia son las siguientes:
- Reducción en el tiempo de espera.
- Reducción de los costes en los tratamientos.
- No disponibilidad del procedimiento en el país de origen.
- Calidad percibida.
- Reducción en los costes propios del viaje (boletos aéreos, alojamiento y comida, transporte local, etc.).
Los ciudadanos estadounidenses viajan a Latinoamérica y Asia en busca de procedimientos médicos, dado que en este país no hay cobertura pública para muchos tratamientos, que de manera privada salen muchos más costosos en EEUU. Anualmente, los norteamericanos gastan más de $500,000.00 USD anuales en turismo médico, según datos de la Federación Nacional de Clínicas Privadas.
En promedio los pacientes británicos, canadienses, australianos y escandinavos se gastan anualmente entre $200,000.00 y $500,000.00 USD (FNCP, 2014). Sin embargo, la búsqueda de tratamientos fuera de sus fronteras está más relacionada con la reducción en las listas de espera que con los costes de los tratamientos.
De forma similar, los pacientes de Oriente Medio procedentes de Arabia, Emiratos Árabes y Qatar poseen un alto nivel de ingresos y buscan cirugía y procedimientos médicos de tecnología avanzada, como cirugía cardiaca, neurocirugía y tratamientos de fertilidad. Estos invierten al año un promedio de entre de $50,000 y $200,000 USD. Antes de los ataques terroristas de 2001, estos tenían a Estados Unidos como su destino principal, pero actualmente se desplazan mayormente a Alemania, Jordania, India y Tailandia.
Los pacientes turistas de países en vías desarrollo, por lo regular tienen la disyuntiva de poseer altos ingresos y la no disponibilidad infraestructuras o de servicios en sus países de origen. El gasto de estos pacientes oscila entre los $10,000 y $50,000 anuales USD (MTA, 2013).
Al analizar los datos obtenidos, se colige que Estados Unidos es el principal mercado emisor mundial, básicamente porque sus costes son muy superiores al resto del mundo.
Efectos adversos del turismo de salud
A pesar de los múltiples beneficios que aporta la industria turística de la salud, como fenómeno masivo puede tener impactos negativos, como son la exposición de la población anfitriona a agentes infecciosos traídos por los turistas, aumento en la transmisión de enfermedades venéreas4, cargas adicionales a los servicios de salud y otros riesgos relacionados con el abuso de sustancias adictivas, prostitución y accidentes de tránsito. Todos tienen la característica común de que además de ser un riesgo para la salud pública, generan fuertes implicaciones para las políticas de salud pública.
Existe muy escasa información sobre la prestación de salud en áreas de turismo. Al momento no se conoce cuál es el impacto que la afluencia turística tiene en los servicios de salud y si estos están o no preparados para cubrir la creciente demanda ocasionada por la afluencia de turistas. No obstante, la edad media de los turistas está aumentando, por lo que existe una posibilidad mayor de enfermedades graves y mortales mientras se encuentran lejos de sus hogares. La hospitalización de turistas por enfermedades graves puede agotar recursos locales que ya estén escasos, dado que las complicaciones postoperatorias por lo regular tienden a ser largas y costosas.
Otro factor importante es el ambiental. Los aumentos en el volumen y tipos de actividades turísticas y en la densidad de la población tienen un alto potencial para la destrucción del ambiente de las zonas turísticas. El desequilibrio ambiental ocurre cuando grandes flujos de turistas ejercen presión indebida sobre los recursos, ocasionando escasez de agua, contaminación del aire, el agua y ruido, deficiencias de energía eléctrica y congestión urbana. Estudios realizados en varios países de la región del Caribe sugieren que el tratamiento y eliminación poco seguros de las aguas residuales están involucrados con el deterioro de la calidad del agua de mar, con posibles consecuencias para la salud pública.
Contexto local
En lo referente al turismo de salud, aunque hay pocas estadísticas a escala general, recientemente el doctor José Natalio Redondo, presidente del Grupo Rescue RD (un conglomerado de clínicas en zonas turísticas), informó que durante 2013, en el país fueron atendidos unos 36,000 turistas (Diario Libre, 2015). De forma individual algunos centros llevan registro de sus pacientes internacionales, por ejemplo el Hospital General de la Plaza de la Salud, en Santo Domingo, recibió 3,600 pacientes extranjeros en 2014; igualmente, el Grupo Rescue atendió aproximadamente 17,000 pacientes extranjeros en sus establecimientos5, por lo que podría decirse que en el país se atiende un aproximado de 20,000 pacientes internacionales por año (ADTS, 2015).
El servicio más demandado por los extranjeros en República Dominicana es el de odontología, especialmente en el área de los implantes dentales. Otros procedimientos bastantes solicitados son los de cardiología invasiva (como cateterismos), tratamientos de fertilización, cirugía para pérdida de peso y cirugías estéticas, entre otros. En ese sentido, el Ministerio de Turismo, el Colegio Médico Dominicano, el Ministerio de Salud Pública y la Asociación Dominicana de Turismo de Salud6, proponen que el país logre la excelencia en cinco áreas: odontología, turismo de bienestar, cirugía bariátrica, cirugía plástica y ortopedia, lo cual va en consonancia con las tendencias mundiales en la demanda del turismo de salud (Acento, 2015).
República Dominicana tiene numerosas ventajas que le posicionan en un buen lugar para incursionar en el turismo médico. Existen en el país muchos profesionales de la salud formados y capacitados en Europa y Estados Unidos que cuentan con los avales y certificaciones internacionales. Así también, el país cuenta al menos con cuatro hospitales avalados por el MTA, como por ejemplo el Hospital General de la Plaza de la Salud, que dispone de un robusto departamento internacional, y otros centros de vanguardia como CEDIMAT, HOMS y el CGHIM (Cambiaso, 2013).
La Asociación Dominicana de Turismo Médico señala que el país cuenta con herramientas avanzadas especialmente en diagnóstico médico, como la resonancia magnética de alta calidad, tomografía axial computarizada, equipos para realizar angeotomografía coronaria, colonoscopias virtuales y videoconferencias. Incluso muchas cirugías pueden ser realizadas en República Dominicana y ser supervisadas en distintos países desde los cuales otros médicos pueden intervenir de forma simultánea. Se cuenta además con la recién instalada Unidad de Cirugía Robótica en el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), la primera del país.
En adición a la capacidad tecnológica y la infraestructura, como se mencionó anteriormente, la economía en el costo de los procedimientos es un factor bastante atrayente para los pacientes extranjeros. Se puede tomar como ejemplo la valvuloplastía, que en Estados Unidos puede costar 140,000 dólares, en República Dominicana cuesta de 20,000 a 25,000 dólares. Otros procedimientos como el trasplante de médula ósea, cuesta en Estados Unidos entre los 150,000 a 200,000 dólares, mientras que en República Dominicana, donde ya se han realizado alrededor de 50 procedimientos de este tipo (en su mayoría autólogos), apenas cuesta unos 27,000 dólares.
Es válido destacar algunos pasos trascendentales que han dado los principales actores del turismo de salud en R.D. en el transcurso del presente año, entre ellos la reciente participación de la ADTS, el CEI-RD y representantes de importantes centros médicos del país en el Congreso Mundial de Turismo Médico organizado por la MTA en EE.UU., donde se lanzó la primera “Guía de Destino de Turismo de Salud de la República Dominicana”, una publicación de referencia que ofrece los mejores centros de salud, hospitales, hoteles, aeropuertos, centros de recuperación y bienestar, instituciones financieras y las oportunidades de inversión existentes en el país (ADTS, 2015).
Otros hechos de importancia son las diferentes iniciativas del ADTS, como el inicio de programas de formación y certificación en turismo de salud, ofrecidos en la Universidad Iberoamericana con el auspicio de la MTA y la firma de varios convenios interinstitucionales, el primero con la Accreditation Canada International (ACI), que facilitará que los miembros Asociación Dominicana de Turismo de Salud obtengan beneficios y descuentos especiales en los programas de acreditación internacional de esta firma canadiense. El segundo de estos convenios se rubricó con el Centro de Resolución Alternativa de Controversias (CRC) de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo, a través del cual se trabajará de manera conjunta en la promoción del arbitraje como vía principal para la resolución de conflictos suscitados en turismo de salud, dotando de seguridad jurídica a los actores de la cadena de valor del turismo médico (ADTS, 2015).
Principales desafíos
RD en los índices internacionales
Aun así, el país afronta múltiples dificultades y retos que impiden el despegue de la industria de turística de salud. Como quedó demostrado en las estadísticas internacionales, República Dominicana no aparece como “jugador de peso” en los diferentes estudios sobre el turismo de salud; sin embargo, el comportamiento del país en cuanto a la relación entre turismo y salud se refleja en primer lugar en el Índice de Competitividad de Viaje y Turismo (TTCI, por sus siglas en inglés), elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). El TTCI refleja los aspectos que un destino debe cumplir para que sea competitivo y sostenible en el tiempo. Este posee a su vez tres subíndices, cada uno con los aspectos que cada destino debe cumplir (políticas, reglamentos y regulaciones, salud e higiene, infraestructura turística, competitividad de precios y recursos humanos, entre otros).
En este índice, R.D. ocupa la posición 86 de 140 países y en la región de las Américas se posiciona el puesto 17 de 27 países; región en la que los primeros cinco puestos son ocupados por Estados Unidos, Canadá, Barbados, Panamá y México. Dentro del índice hay algunos indicadores directamente relacionados con el fenómeno del turismo de salud y en los que los resultados obtenidos desfavorecen en cierta medida, la puntuación general del país. Solo tres ejemplos: (1) de acuerdo con el último informe de la OMS (2015) sobre la situación mundial de la seguridad vial, República Dominicana ocupa el primer lugar entre los países con más muertes por accidentes de tránsito de Latinoamérica en relación con su población, con una tasa de 29.3 por cada 100,000 habitantes. (2) Alrededor de un 20 % de la población no tiene acceso a agua potable, lo cual empuja al país a la posición 101 de 140 países. (3) El país muestra un pobre desempeño en la educación y entrenamiento del personal, al obtener una puntuación de apenas 2.4 en calidad del sistema educativo y un 3.9 tanto en disponibilidad de personal de formación local especializado en investigación como en entrenamiento continúo de personal (WEF, 2014).
Debilidades y riesgos del país como destino para turismo de salud
De igual forma, si se toman como referencia los elementos que son determinantes de la salud en la industria de turismo y viajes, enumerados por el Centro Epidemiológico Caribeño, se puede concluye que en cada uno de sus ejes, República Dominicana tiene múltiples desafíos que enfrentar (Ver Figura núm. 1)
En lo que concierne al marco institucional, es conocido que en el sistema de salud existe un problema estructural de fondo, caracterizado por la debilidad del Ministerio de Salud Pública (MSP) como organismo rector, que se desenvuelve en un modelo de gestión inadecuado, centralizado, con múltiples barreras de acceso, y deficiencias en la calidad del servicio. El MSP todavía no ha podido implantar la atención primaria como puerta de entrada a la red de servicios de salud, prolongando de tal modo el viejo modelo de atención, que representa un alto costo económico y social para el país y que destina la mayor parte de las inversiones al apartado curativo, descuidando así la parte de la prevención en salud. Respecto a la inversión pública en salud, República Dominicana continúa entre los países con bajo gasto público en sanidad: figura en el puesto 125 de los 187 países que componen el ranking del Banco Mundial, con apenas 2.8 % del PIB en el año 2012 (Pérez, 2015).
Respecto al tema turismo de salud, existe una ligera fragmentación a escala estatal en el seguimiento, regulación y apoyo al sector, al existir tres oficinas gubernamentales diferentes para el mismo tema: el Equipo de Salud y Turismo de la Dirección General de Salud Ambiental del MSP, la Comisión Nacional de Salud y Turismo (CONSATUR) y la Dirección de Turismo de Salud del Ministerio de Turismo. De una forma u otra, esta realidad hace difícil la articulación de políticas claras por parte del sector público y de entrada, constituye una debilidad frente a otras naciones de la región que han apostado al turismo de salud, y canalizan todo el seguimiento, apoyo y regulación a través de una sola institución gubernamental.
En lo referente a la infraestructura de los centros hospitalarios y la calidad de los servicios de salud brindados en dichos centros, aunque se mencionaba anteriormente que el país cuenta con múltiples hospitales de medicina avanzada, tanto públicos como privados, que operan con ciertos estándares de calidad (ISO 9001, IQ Net, etc.) y desde el Gobierno se han hecho importantes esfuerzos por renovar la estructura física y equipar los grandes centros hospitalarios regionales, todavía en el país no existe ninguna institución sanitaria con la certificación de la JCI, que es la más aceptada a escala global, sobre todo en el continente americano.
En ese aspecto, llama a preocupación la alta frecuencia de muertes por cirugías estéticas en República Dominicana: solo en el transcurso del presente año han sucedido tres fallecimientos y otro grupo indeterminado de pacientes femeninas ha quedado gravemente afectado por malas prácticas médicas en procedimientos estéticos. Ambas situaciones motivaron el cierre de al menos dos centros de cirugía plástica de Santo Domingo y Santiago.
El informe preliminar que rindió la Dirección General de Habilitación y Acreditación (DGHA) del Ministerio de Salud Pública establece que no fueron cirujanos los médicos que practicaron la cirugía a dos mujeres que fallecieron luego del procedimiento en una clínica de Santiago. Dicho informe también revela que el centro donde falleció la otra paciente, casualmente de origen norteamericano, no contaba con la autorización correspondiente para hacer ese tipo de operaciones (El Veedor Digital, 2015). Es evidente que ante tal cuadro, se complica sobremanera el objetivo de alcanzar la excelencia en cirugía estética.
Por otra parte, en cuanto al control de enfermedades por vectores como el dengue, la chikungunya y la malaria, a pesar de los esfuerzos de las autoridades en la erradicación de los brotes de estas enfermedades, en las últimas semanas de julio se reportaron 56 casos, mientras que lo que va del año se han registrado 346 afectados, según informes del MSP. Precisamente, las autoridades de Puerto Rico pidieron a sus nacionales que planeen viajar a República Dominicana tomar las medidas de prevención necesarias tras los cinco casos de malaria confirmados de puertorriqueños que viajaron recientemente al polo turístico de Punta Cana. (Acento, 2015).
Mientras tanto, en el país continúa incrementándose la mortalidad por dengue: a finales de octubre se habían registrado 97 fallecimientos (52 más que en octubre del año pasado). Este incremento en los decesos podría deberse a diagnósticos incorrectos y tratamientos equivocados, según explica la propia ministra de salud Altagracia Guzmán Marcelino (Hoy, 2015). Lo mismo ocurre con el número de casos, que en lo que va de año se acercan a los 8,500, de los cuales 827 llegaron a niveles de gravedad. Solo en el principal hospital pediátrico de Santo Domingo hay de más 60 niños que permanecen ingresados con dengue. La situación ha provocado que el MSP estableciera un alerta de dengue para 29 de las 32 provincias.
Asimismo, las principales infecciones adquiridas por los turistas en República Dominicana son la leptospirosis, gastroenteritis, salmonella y norovirus, que se podrían prevenir con medidas tan simples como práctica de lavado de las manos, agua potable de calidad y adecuada manipulación de aguas residuales.
Aunque por el lado del sector turismo y los factores que involucran a los visitantes existen menos dificultades que en los demás aspectos mencionados, todavía hay algunos retos que afrontar en el manejo adecuado de alimentos y agua por parte de los hoteles y restaurantes. Una de las enfermedades que se transmite por el manejo inadecuado de alimentos y agua para consumo humano, es el cólera, y sobre la misma no se puede olvidar que a partir de 2010 Haití sufrió el fuerte impacto de esta enfermedad, superando la barrera de los 8,000 muertos a causa de la epidemia, todavía presente. Un caso muy conocido fue el de Venezuela y República Dominicana, que confirmaron al cólera como agente causal del brote noti¬ficado en asistentes a una boda celebrada el 22 de enero del 2011, en una villa privada, en la provincia La Romana. A esta boda asistieron unos 540 invitados, 500 procedentes de Venezuela, y aunque no se registraron defunciones, Venezuela informó un total de 59 casos, de los cuales 27 fueron hospitalizados (OPS, 2013).
Retos y perspectivas
En párrafos anteriores se mencionaron algunos de los últimos esfuerzos del MSP y la ADTS tendentes a impulsar el turismo de salud en el país. La Figura núm. 2 puntualiza de forma resumida aquellos elementos en los que todos los agentes que involucran la industria turística de salud, pueden jugar un papel importante para lograr la excelencia en esta materia.
Alojamiento
No es un secreto que República Dominicana dispone de alojamientos de alta calidad. Tal como se menciona en el Cuadro núm. 3, el país cuenta con alrededor de 70,000 habitaciones hoteleras, y según el portal web de viajes TripAdvisor cuenta con 433 hoteles de calidad superior a tres estrellas.
El alojamiento se convierte en complemento indispensable de la oferta de salud. En los tratamientos ambulantes (que no requieren ingreso hospitalario), el propio paciente puede aguardar la estancia asociada al tratamiento en un hotel; en el caso de tratamientos más complejos que requieran de un ingreso, los acompañantes harían uso de los alojamientos. Tampoco se puede dejar de lado la modalidad de alojamientos asistidos, residencias y hoteles que, cada vez más, añaden servicios terapéuticos a su cartera de servicios.
En ese sentido, la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES) ha mostrado en los últimos años su interés en participar en la industria del turismo de salud, siendo la entidad más representativa del sector. Por ello, su papel es fundamental en la consolidación de una oferta hotelera y de restaurantes acordes con los compromisos de calidad, acceso y compatibilidad con los centros de salud.
Transporte
R.D. cuenta con 16 aeropuertos, siete de ellos internacionales; a través de todos ellos, más de 120 aerolíneas nacionales y extranjeras tocan territorio dominicano. En ese sentido, solo en 2014 se recibieron casi 5.2 millones de pasajeros extranjeros, datos que señalan una fortaleza que puede ser aprovechada aún más para atraer potenciales turistas médicos al país.
Como afirma la mayoría de los expertos en turismo de salud, la disponibilidad de vuelos directos entre el país emisor y el destino es esencial para asegurar la demanda, ya que la mayoría de los pacientes de los principales países emisores opta por destinos a no más de tres horas de vuelo de su país de origen.
En efecto, según la MTA, la mayoría de los estadounidenses que buscaron atenciones médicas en el extranjero eran residentes de la costa este de dicho país, y R.D., a tan solo tres horas de la costa este de Estados Unidos, podría tomar ventaja en este importante mercado emisor.
Por lo pronto, el único reto sería revertir el encarecimiento desproporcionado de los precios en los boletos aéreos. Según un análisis de este observatorio, cuando se compara la tarifa para la ruta Nueva York–Santo Domingo, con rutas similares en longitud, se constata que el precio del pasaje en el país está por encima del promedio. Ejemplo de ello, es que las rutas desde NY hacia ciudades con distancias más largas que a Santo Domingo, como Cancún (6 km) y Kingston (95 km), tienen una tarifa 100 dólares más económica, debido a la alta carga impositiva en los boletos aéreos, la cual podría ajustarse para dar incentivo al turismo médico, la diáspora dominicana y la industria turística general (Vargas, 2013).
Facilitadores del turismo de salud
El facilitador de turismo médico es, sin duda, el medio comercial más importante en la actualidad para canalizar la oferta de turismo de salud a escala internacional. En ocasiones, denominadas como “agencias de turismo médico”, ofrecen los siguientes servicios:
- Evaluar informes médicos en coordinación con servicios médicos para evaluar el grado de las patologías.
- Facilitar una lista de centros médicos de referencia en función de lo identificado en el informe médico, con los precios acordes a las necesidades.
- Elaborar presupuestos con los tratamientos necesitados y otros servicios complementarios durante la estancia.
- Asistencia a la hora de seleccionar el centro y/o especialistas acordes a las necesidades.
- Gestionar vuelos, estancias de acompañantes en hoteles o residencias, gestión de los visados.
- Recogida y traslados privados al aeropuerto, hospitales, etc.
- Vigilancia de la evolución y recuperación del paciente durante las 24 horas.
- Aportar información turística del país en el que se va a realizar el tratamiento, así como el traslado a puntos de interés y realización de rutas turísticas.
Hasta el momento, la ADTS solo tiene entre sus objetivos para R.D. algunas de las funciones propias de un facilitador de turismo médico, por lo que se hace necesario que además de esta institución, se incorporen más entidades que desarrollen un fino conocimiento de los principales mercados emisores (Estados Unidos y Europa) y se dediquen a las labores de promoción del turismo médico de R.D., sobre todo en aquellos lugares donde hay amplias comunidades de inmigrantes dominicanos, quienes además de constituir un nicho importante dentro del mercado de turismo de salud, pueden ser los portavoces por excelencia de los productos turísticos y servicios médicos orientados al turista de salud que ofrece el país.
Establecimientos de salud: acreditación, internet y acuerdos de colaboración
Uno de los retos que enfrenta el turismo médico ‒y que lo diferencia de otros productos turísticos‒ es que se pone en juego la salud de los pacientes. En los informes consultados se pone énfasis en la necesidad de garantizar la seguridad del paciente: no es suficiente con disponer de profesionales de la salud altamente capacitados, sino que además debe garantizarse la calidad asistencial.
En este aspecto es donde la acreditación o certificación internacional juega un rol importante. Varios países líderes en turismo médico, sobre todo aquellos que reciben más pacientes provenientes de EE. UU., han apostado a la acreditación porque entienden que esta herramienta constituye una garantía de calidad incuestionable, que brinda confianza y fiabilidad a los pacientes.
La certificación de una entidad internacional como la JCI, o la DIAS en Europa, tiene como finalidad identificar las situaciones de riesgo a lo largo de un episodio asistencial e implantar acciones para su reducción y prevención, conseguir una atención libre de daños evitables, desarrollar dentro de la cultura de una organización sanitaria, los sistemas y procesos necesarios con los que se reduzca la probabilidad de aparición de errores y eventos adversos debidos a la asistencia sanitaria, aumentar la probabilidad de detectarlos cuando ocurren y mitigar sus consecuencias.
Algo en que coinciden los expertos y los prestadores de servicios de turismo médico es que la Internet es la principal vía de captación de pacientes. Y es que, independientemente de cuál sea su motivación, lo más habitual es que un paciente realice búsquedas en motores genéricos de Internet para buscar un tratamiento.
En este sentido es esencial que las webs corporativas de los centros de salud dispongan de un acceso (idiomas) y un buen posicionamiento en los buscadores. Asimismo, puede resultar beneficioso que los centros se integren en las bases de datos de portales especializados, que se pueden encontrar en la red cada vez con más frecuencia. En el caso particular de las redes sociales, aunque todavía la presencia de la industria turística de salud en estos medios electrónicos es todavía muy tímida, se estima que puede ser importante en el futuro, porque en el producto salud la reputación puede ser un elemento esencial de venta.
Ya en el plano de los acuerdos internacionales, los hospitales norteamericanos han sido pioneros en la formalización de acuerdos de colaboración con los países emisores. De esta forma se puede disponer no solo de un punto de información para captar usuarios, sino que se puede incluso prescribir al paciente desde el país emisor.
Grupos financieros que poseen grandes hospitales en Estados Unidos están participando accionariamente o adquiriendo centros médicos en otros destinos, consolidando así al proceso de globalización de la medicina. De hecho, prestigiosas escuelas de medicina como la de Harvard University, están apostando al turismo médico con la participación accionaria en el proyecto “Dubai Healthcare City” en el emirato de Dubai. El Hospital John Hopkins de Baltimore es la propietaria de un centro de tratamiento de cáncer en el National University Hospital de Singapur y tiene un importante hospital general en Panamá (EOI, 2013).
En el plano local, solo se conocen los programas de “segundas opiniones” y referimientos, con el Johns Hopkins Hospital, el Hospital Escuela de la Universidad de Harvard, Cleveland Clinic y New York Presbyterian Hospital (Montilla, 2014), por lo que también sería igual de beneficioso que en el país se puedan desarrollar alianzas estratégicas o proyectos que incluyan la participación de conglomerados médicos internacionales, como forma de realzar el valor del destino R.D. como punto de referencia del turismo médico.
Conclusiones
Para República Dominicana el turismo de salud representa una oportunidad significativa para alcanzar sus metas en materia económica y desarrollo humano, partiendo de que el aporte de la industria turística de salud tiene secuelas directas sobre la dinámica del sector turismo, el empleo nacional, la balanza de pagos, y sobre todo en la mejora de los servicios públicos y privados de salud. Esto se hace más evidente al considerar que entre el 75 y 83 % de los turistas médicos no viaja solo y cada seis de diez acompañantes aprovecha para tomar paquetes de turismo durante su estadía; en consecuencia, gasta ocho veces más que un turista de paseo (MITUR, 2015).
Sin embargo, es importante recordar que el sector salud nacional, uno de los pilares fundamentales en la industria turística de salud, continúa siendo ineficiente, desigual y precario, por lo que no permitiría que el país pueda aprovechar, en su justa medida, todos los beneficios que el turismo de salud pudiera aportar.
En resumidas cuentas, para que el país logre insertarse exitosamente con una oferta del turismo de salud en los principales mercados emisores, debe abocarse a un control efectivo de infecciones en enfermedades tropicales y otras adquiridas en el territorio dominicano, preparando una adecuada política de prevención para evitar decesos por enfermedades como el dengue, leptospirosis, chikungunya y malaria, y un eficiente protocolo de atención para el momento en el que se produzcan estas enfermedades.
También es necesaria una adecuada capacitación de los médicos que atienden a los viajeros en las fronteras de entrada al país y en los centros donde acuden los turistas en busca de atención médica, para evitar situaciones adversas de malas prácticas médicas y manejo inescrupuloso de pacientes extranjeros en centros clandestinos de medicina estética.
El factor prevención de enfermedades en los vacacionistas y los viajeros de salud es de suma importancia, puesto que el nicho de turismo médico se ve afectado cuando en el exterior se difunden informaciones de enfermedades contraídas en el territorio nacional.
Otros pasos significativos serían la creación de clústeres, la provisión de incentivos para el turismo de salud, la elaboración de un entorno legal favorable y la articulación de sinergias con centros de salud y bienestar, establecimientos de alojamiento, administradoras de riesgos de salud y compañías de aseguramiento internacional, para facilitar la captación, acceso, traslado, tratamiento, estadía y recuperación de los turistas de salud en el país.
Al evaluar la información disponible, se vislumbra que actualmente existen condiciones internacionales favorables para que se desarrolle el turismo de salud en R.D. Solo basta que a nivel interno las autoridades reguladoras y promotoras de los sectores salud y turismo, además de incluir acciones que impulsen esta modalidad de turismo en sus distintos instrumentos de planificación, logren también articular acciones con los demás actores que concurren en la industria. De esta única forma, el país podría, en un futuro cercano, aplicar las mejores prácticas implementadas a escala global y colocarse entre los países líderes mundiales en turismo de salud.
Referencias
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Notas
1.Esta categoría se refiere a todas aquellas especialidades médicas que incluyen el tratamiento y la práctica quirúrgica con el objeto de lograr la restauración, el mantenimiento y la promoción de la estética y la belleza del cuerpo humano (OPS, 2009).
2.Un estudio reciente de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica apunta que Corea del Sur posee la mayor tasa de cirugía plástica per cápita del mundo.
3.Joint Commission International (JCI) es el líder reconocido en acreditación internacional de atención de la salud. Identifica, mide y comparte con el mundo las mejores prácticas relacionadas con la calidad y la seguridad de los pacientes.
4.Pese a que existe poca información que relacione la diseminación de información de enfermedades transmitidas sexualmente con el turismo, en un estudio realizado en Jamaica por ejemplo, se encontró que las cepas de gonococos encontradas entre locales eran las mismas que circulan en Estados Unidos y Canadá.
5.Estas cifras incluyen el “turismo de salud reactivo”, que es cuando una persona viene a recrearse, sufre alguna eventualidad y debe ser atendida en un centro médico.
6.La Asociación Dominicana de Turismo de la Salud (ADTS) que es una entidad sin fines de lucro que promociona al país como lugar ideal para el turismo de salud. Esta entidad tiene la misión de informar, asesorar, brindar servicios de apoyo y conectar al público nacional y extranjero con servicios de salud y bienestar de excelencia en la República Dominicana.