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En este artículo se plantea evidenciar la relación entre el desarrollo local y la migración interna bajo el supuesto de que el desarrollo desigual entre las distintas demarcaciones político-administrativas (provincias, municipios, distritos municipales) propicia el desplazamiento de poblaciones desde áreas con limitado dinamismo económico-social y deficiente desarrollo hacia zonas que permiten un mayor desarrollo socio-económico de los grupos poblacionales, en los cuales los individuos puedan mejorar sus condiciones de vida.

 

Juan Montero Sánchez
Coordinador

(Santo Domingo, 5 de febrero de 2013). Tanto el enfoque de desarrollo local como el concepto “migración” hacen referencia, de forma general, a procesos socio-económicos y políticos que se verifican en un contexto espacio-temporal determinado. Tales procesos influyen, necesariamente, en la dinámica demográfica, pero sobre todo en la calidad de vida de las poblaciones. En este sentido, el desarrollo local y la migración tienen un elemento en común: el ser humano.

El desarrollo local implica un enfoque que coloca lo social, lo político y sobre todo lo económico, al servicio del ser humano. Según Bernard Vachon (1993), el objeto del desarrollo es la persona y la colectividad a la que pertenece. Sin la implicación de las personas, todos los esfuerzos de desarrollo se verán seriamente comprometidos (p. 107).

Siguiendo a Vachon (1993), la estrategia del desarrollo local plantea tres principios fundamentales:

·   El desarrollo no se deriva solamente de la función y valor económico de las actividades y de la organización social de los individuos.

·   El desarrollo no depende de los grandes sistemas macro-económicos ni de las instituciones centralizadas.

·   La persona constituye la fuerza motriz del desarrollo.

Con relación a lo anterior, el desarrollo local debe ser entendido como un proceso endógeno, vale decir que parte de las capacidades y/o características de “lo local”.1 En otras palabras: parte del ser humano y los recursos con los que cuenta.

El documento titulado Notas sobre migración y desarrollo local, una mirada desde la remesa de los migrantes (CEPAL/CELADE, 2009) plantea que:

El desarrollo local no es una mera reproducción del desarrollo nacional, puesto que involucra procesos de transformación de la economía y la sociedad de un determinado territorio orientados a superar las dificultades y exigencias del cambio estructural ante la creciente complejidad, así como de mayor valorización de la sostenibilidad ambiental (p. 1).

De su parte, la migración interna es un fenómeno que implica el desplazamiento de la población a través de fronteras político-administrativas sub-nacionales con el propósito de establecer una nueva residencia (Lopez Vega, 2007). Esta definición encierra dos requisitos esenciales:

·  Primero, cruzar una frontera político-administrativa definida, por lo que los movimientos de población no son considerados dentro de una misma unidad administrativa.

·  Segundo, debe constar el traslado de residencia fija de forma permanente o estable en el tiempo. En este sentido, los desplazamientos laborales cotidianos, los viajes de turismo y, en general, los traslados de corta duración, no son considerados.

Las características y/o condiciones diferenciales entre distintas demarcaciones político-administrativas constituyen los factores generadores, en principio, de los desplazamientos de población. Ravenstein (1885), en su estudio titulado The Laws of Migration, señaló a las disparidades económicas como la principal causa de las migraciones; es decir: las zonas que presentan ventajas u oportunidades para el desarrollo, el progreso y el esparcimiento de los individuos incentivan la inmigración. Por el contrario, las áreas cuyos habitantes se encuentran amenazados o ven limitadas las oportunidades de desarrollo y sobrevivencia se convierten en áreas de emigración.

De las consideraciones anteriores se desprende el enfoque de los factores de “repulsión y atracción”, que atiende a un conjunto de causas que empujan a individuos a abandonar un área (repulsión), y los factores que los atraen a un destino particular (atracción). De igual forma, este enfoque hace énfasis en la incidencia de factores negativos en los lugares de origen y de factores positivos en los lugares de destino. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que la decisión de migrar resulta de la interdependencia de ambos tipos de factores y de su apreciación relativa por parte del migrante, en la que intervienen también los “obstáculos intermedios” como el costo del desplazamiento, las diferencias entre los dos extremos del movimiento y la inercia de mantener la residencia actual (Clark, 1986).

Entre los factores que diferencian a un territorio sub-nacional de otro, es necesario precisar los que ejercen una mayor influencia en las corrientes migratorias internas. Según los especialistas e investigadores de las migraciones internas (Rosenzweig & Stark, 1993; Lucas, 1997; Todaro, 1980), los individuos decidirían emigrar si consideran que el incremento previsto de ingresos en el nuevo lugar compensa los costos de la migración. Los individuos que deciden migrar también pueden considerar la probabilidad de conseguir empleo en el lugar de destino, tal como lo expuso Todaro (1969) en su modelo clásico.

Otra hipótesis operativa sobre esta relación es que las corrientes migratorias internas deberían ir desde regiones menos desarrolladas, donde los ingresos son más bajos, a regiones más desarrolladas, con ingresos más altos. (Observatorio Demográfico de América Latina y el Caribe, 2010)

Desigualdades en el desarrollo interprovincial

En el caso de República Dominicana, el desarrollo socio-económico entre las demarcaciones político-administrativas del país ha sido desigual, lo que queda reflejado en los porcentajes de hogares pobres por provincias. Según indica Morillo Pérez (2012)en el estudio Evolución, determinantes agregados y dimensión espacial de la pobreza monetaria en la República Dominicana 2000-2011, el porcentaje de estos hogares a nivel nacional, calculado para el año 2011, es de 32.5.

Gráfico 1
Diferencia de hogares en pobreza general con relación al porcentaje nacional, según provincias

Como puede ser observado en el Grafico 1, de las treinta y dos (32) provincias del país, el 72% registra un porcentaje de hogares pobres en general por encima del promedio nacional. Esto demuestra un marcado desequilibrio en términos del desarrollo económico y social entre estas.

Este desequilibrio lo podemos atribuir a dos aspectos que están íntimamente vinculados: 1) mayor concentración de la inversión pública en algunas provincias, en detrimento de otras; 2) el desarrollo de las fuerzas productivas locales en torno al aprovechamiento de las características y/o capacidades endógenas por parte de agentes exógenos.

En atención a lo anterior, las provincias del país pueden ser clasificadas en tres categorías colectivamente exhaustivas:

A.   Las provincias que gozan de mayor inversión pública, entre las que se encuentran el Distrito Nacional, Santo Domingo y Santiago.

B.   Las provincias turísticas, que gozan de mayor inversión de capital extranjero, entre las que podemos señalar La Altagracia y La Romana.

C.   Las provincias de menor inversión pública.

En última instancia, estas tres categorías las podemos reducir a dos: 1) provincias con mayor inversión pública y privada, lo que implica un potente dinamismo económico y social, y 2) las provincias de menor inversión, tanto pública como privada, lo que implica un limitado dinamismo económico y social.

El desequilibrio se evidencia de forma contundente al comparar el porcentaje de hogares en pobreza general de las provincias fronterizas (provincias de menor inversión pública) con las demarcaciones que gozan de mayor inversión y/o su principal actividad económica es el turismo.

En este sentido, se observa que los mayores porcentajes se concentran en la zona fronteriza: Elías Piñas (74.6), Dajabón (64.8), Independencia (58.1) y Pedernales (54.1).

Por otro lado, las provincias que constituyen los centros políticos y económicos y aquellas cuya principal actividad económica es el turismo registraron porcentajes de hogares en pobreza general por debajo del promedio nacional: Distrito Nacional (15.7), Santiago (23.3), La Altagracia (24.3), Samaná (26.5), Santo Domingo (26.5), Puerto Plata (28.7) y La Romana (29.7). Estos datos suponen un amplio desfase en términos de la disponibilidad de servicios básicos (educación y salud) y fuentes de empleo entre las distintas demarcaciones político-administrativas del país.

El indicado desequilibrio social y económico entre las distintas demarcaciones político-administrativas del país ha determinado en las poblaciones residentes en las provincias de limitado dinamismo económico y social la necesidad de emigrar hacia zonas de mayor actividad económica y social, que garanticen mayor disponibilidad de servicios básicos y fuentes de empleo, a los fines de procurar el mejoramiento de su calidad de vida y la de sus familiares.

El Gráfico 2 correlaciona el porcentaje de inmigrantes con el porcentaje de hogares en pobreza general, según provincia. En este punto, es importante destacar que la variable “% de hogares en pobreza general” es un indicador que fue calculado a partir de la metodología del BM-BID, que mide la pobreza monetaria, definida a su vez como la insuficiencia de ingresos en los hogares para adquirir una canasta de consumo aceptable socialmente, que permita satisfacer las necesidades mínimas de alimentación, expresadas en términos de requerimientos calóricos mínimos y del disfrute de otros bienes y servicios básicos(Morillo, 2008, citado en Morillo Pérez, 2012)

Como se puede observar, existe una correlación estadísticamente significativa2 entre el porcentaje de inmigrantes que residen en una determinada provincia y el porcentaje de hogares pobres en general pertenecientes a las mismas. A menores niveles de pobreza, corresponden mayores niveles de inmigración.

Gráfico 2
Porcentaje de población inmigrante y porcentaje de hogares pobres en general,según provincia

Fuente: IX Censo de Población y Vivienda 2010.

Las provincias Santo Domingo y Distrito Nacional constituyen los principales focos de atracción de población del país, siendo estas donde se concentra en mayor proporción la inversión pública y las que disponen de mayor acceso a servicios públicos. En consecuencia, registran los mejores indicadores socio-económicos del país (el 36.8 por ciento de sus residentes son inmigrantes). Para el año 2008 se dio a conocer el índice de desarrollo humano (IDH), investigación en la que también fueron calculados los sub-índices de empoderamiento individual y económico3, en los que el Distrito Nacional4 resultó con los porcentajes más altos del país: IEI = 0.783 e IEE = 0.787.

Las provincias que forman parte del principal polo turístico del país, La Romana y La Altagracia, son también foco de atracción de población. En ellas, el 34.5% de la población residente es inmigrante, producto de la atracción que ejerce sobre ella el dinamismo económico de las zonas turísticas. Es importante destacar que tres demarcaciones político-administrativas que circundan las provincias turísticas son las que registraron, para los años 2010 y 2011, los mayores porcentajes de hogares pobres en la región Este del país, a saber: El Seibo (47.7/44.0), Monte Plata (52.6/49.7) y Hato Mayor (42.1/50.4)

Si observamos el Gráfico 3, las provincias que presentan un bajo porcentaje de residentes inmigrantes (Baoruco, San José de Ocoa, San Juan, Elías Piña, Azua, Barahona) se caracterizan por un limitado dinamismo económico y social, por lo que constituyen focos de expulsión de poblaciones.

En los casos de Dajabón y Pedernales, el porcentaje de inmigrantes residentes es alto (19.7 y 15.5 respectivamente), tomando en cuenta que son provincias que registran altos porcentajes de hogares pobres. La dinámica económica que crea el mercado binacional (República Dominicana-Haití) pudiera ser la causa de esta inmigración. Dajabón y Pedernales son dos “polos menores” de atracción de población desde las entidades político-administrativas que las circundan.

Conclusión

Las migraciones sub-nacionales se producen, generalmente, como consecuencia de las desigualdades existentes entre las divisiones político-administrativas en términos del dinamismo económico y social, en materia de ingresos y acceso a servicios básicos (salud, educación, recreación), entre otros aspectos relacionados a condiciones de vida digna.

República Dominicana es un país con amplias desigualdades en el ámbito socio-territorial. En consecuencia, el desequilibrio económico y social entre sus provincias ha generado en los núcleos residentes en las provincias rezagadas, la necesidad de emigrar hacia las provincias con mayor disponibilidad de servicios básicos y fuentes de empleo, a los fines de procurar el mejoramiento de su calidad de vida y de sus familiares.

Las provincias en las cuales la inversión pública ha sido mayor, son las que se constituyen en polos de atracción de migrantes, como son el Distrito Nacional, Santo Domingo, La Romana y La Altagracia.

En respuesta al desequilibrio, en términos de la inversión pública en la distintas provincias del país, es importante destacar que según el informe de Proyecto de Presupuesto General del Estado 2013, el Plan Nacional Plurianual del Sector Público 2013-2016 y la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 se prevé que la distribución del gasto de los proyectos de inversión per cápita presupuestado para 2013 según provincia sea reorientado a favor de las 25 provincias más pobres del país. Estos cambios evidencian una desconcentración de la inversión pública en el territorio nacional y un mayor énfasis en inversión en los territorios más pobres del país.

Gráfico 3
Composición de la población por condición migratoria, según provincia

Bibliografía

CEPAL/CELADE. (2009). Notas sobre migración y desarrollo local: una mirada
desde la remesa de los migrantes. Obtenido de CEPAL/CELADE:
       http://www.remesasydesarrollo.org

Clark, W. (1986). Human Migration. Scientific geography series.

López Vega, R. (2007). Medición de la migración con especial referencia
a la fuente de datos censal (La medición de la migración en los censos
de población y vivienda en México). (R. López Vega, intérprete) INEGI,
       Mexico, México. Obtenido de http://www.cepal.org

Lucas, R. (1997). Internal Migration in Developing Countries.

Morillo Pérez, A. (2012). Evolución, determinantes agregados y dimensión espacial
de la pobreza monetaria en la República Dominicana, 2000-2011. Santo Domingo:
       Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).

Observatorio Demográfico de América Latina y el Caribe. (2010). Migración Interna.
      Santiago de Chile: CEPAL.

Programa de las Naciones Unidas par el Desarrollo (PNUD). (2008). Informe sobre
      Desarrollo Humano. Republica Dominicana 2008. Santo Domingo: Editora Taller.

Ravenstein, E. (1885). The Laws of Migration. Journal of the Statistical Society
      of London, 48(2), 167-235.

Ravenstein, E. G. (1889). The Laws of Migration. Journal of the Royal Statistical
      Society, 52(2), 241-305.

Rodríguez Vignoli, J. (2004). Migración interna en América Latina y el Caribe estudio
      regional del período 1980-2000. Santiago de Chile: Publicaciones de las Naciones Unidas.

Rodríguez, J., & Busso, G. (2009). Migración interna y desarrollo en América Latina entre
1980 y 2005 Un estudio comparativo con perspectiva regional basado en siete países.
      Santiago de Chile: Publicación de las Naciones Unidadas.

Rosenzweig, M., & Stark, O. (1993). Introduction: Population and family economics.
En M. R. Rosenzweig, & O. Stark (Edits.), Handbook of Population and Family
      Economics I, 1-17).

Todaro, M. (1980). Internal Migration in Developing Countries: A Survey.
       Chicago: University of Chicago Press.

Vachon, B. (1993). El desarrollo local: teoría y práctica. Reintroducir
       lo humano en la lógica del desarrollo. Madrid: Ediciones TREA.

Zelinsky, W. (1971). The hyphotesis of the mobility transition.
       Geographical Review, No. 61.

 



1. Lo local puede ser entendido como una unidad sub-nacional y/o división político-administrativa mayor o menor (provincia, municipio, distrito municipal) en la cual existe un sistema de prácticas y relaciones socio-económicas, políticas y culturales.

2. r=  -.597 significante al 0.01 (2-colas).

3. Estos índices son medidas resumen de los principales indicadores socio-económicos, como son: tasa de ocupación efectiva, años de escolaridad, % de vivienda de calidad, % de hogares pobres, ingresos mensuales hogares, coeficiente de GINI, tasas de matriculación, entre otros.

4. Al momento de la elaboración de estos índices, el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo no estaban separadas.