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En procesos electorales pasados, la comunidad dominicana residente en el exterior sólo tenía derecho a participar en las elecciones presidenciales. A partir del próximo año, también tendrá representación en el Congreso, mediante las elecciones de los Diputados de Ultramar.

Autor:
Yamil Vargas

El objetivo del siguiente artículo es ofrecer una panorámica de cómo se ha desarrollado este proceso, cuáles han sido los países donde mayor participación electoral se ha registrado y cuáles son las perspectivas para el certamen electoral a celebrarse en 2012.

1.  Antecedentes

La primera experiencia conocida de voto en el extranjero se llevó a cabo en 1862, cuando Wisconsin se convirtió en el primero de los estados de la Unión Americana que aprobó disposiciones para permitir el denominado “voto ausente” de los soldados. Fuera del contexto militar, el primer país en conceder este derecho fue Nueva Zelanda, que lo hizo en 1890.1

En América Latina, la Ley electoral de Brasil incluía, para 1965, algunas disposiciones que permitían a los ciudadanos que residían en el exterior votar en las elecciones para presidente y vicepresidente.2 Otro caso es Argentina, donde el voto en el exterior fue establecido en 1993.3 Sin embargo, aunque existían varios casos de países que otorgaban ese derecho, el voto en el extranjero se convirtió en tema de debate a partir del auge de la globalización y el incremento de la migración.

En el caso de República Dominicana, la implementación del voto en el exterior fue un proceso que duró diez años. Para 1994, con la reforma a la Constitución producto de la crisis post electoral, se introdujeron nuevos elementos en materia comicial: mayoría absoluta en la elección de presidente y vicepresidente, prohibición de la reelección presidencial y separación de las elecciones presidenciales, de las congresuales y municipales. Dentro de ese conjunto de reformas constitucionales se incorporó la facultad de adquirir otra nacionalidad sin perder la dominicana.4 En ese orden, tres años más tarde fue promulgada la ley electoral 275-97 que, entre muchos nuevos elementos, introdujo la posibilidad de que los dominicanos pudieran votar en el exterior.

El artículo 82 de la referida ley electoral contempla que “los dominicanos residentes en el extranjero, en pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos, podrán ejercer el derecho al sufragio para elegir el presidente y vicepresidente de la República”.

Asimismo, en su artículo 84 fijó la implementación del voto exterior para el año 2000. El mismo artículo indica que de no ser posible iniciar en el 2000, quedaba en manos de la Junta Central Electoral (JCE) fijar la fecha definitiva en que entraría en vigencia la disposición.

No fue hasta 2004 cuando, por primera vez, la JCE tuvo la oportunidad de convocar a los dominicanos en el exterior para concurrir a las urnas. Para esas elecciones y para las de 2008, el voto exteriorestuvo regulado por la ley electoral 275-97. Los residentes en otros países sólo tenían derecho al sufragio en elecciones presidenciales.

Trece años más tarde, con la reforma a la Constitución de la República del 26 de enero de 2010, se dio inicio a una nueva etapa: el derecho de los dominicanos que viven fuera del país a contar con representación en el Congreso Nacional. A partir de la introducción del artículo 81 en la nueva Constitución, la diáspora podrá elegir sus representantes en la Cámara de Diputados.

2. Participación electoral en el exterior

La concepción del voto en el exterior está vinculada a la universalidad del derecho al voto, la participación política y la legitimidad del sistema democrático. También es un instrumento de la democracia que busca dar respuesta al crecimiento de la migración, pues anteriormente se asumía la residencia como una de las dimensiones que podía limitar el ejercicio de los derechos políticos.5

Actualmente, se considera que el país de origen debe garantizar el derecho al sufragio de los migrantes.6 En ese sentido, se han desarrollado diversas formas de voto de los ciudadanos que se encuentran en el exterior. Las cuatros modalidades más utilizadas son:7

• Voto personal: el elector migrante debe presentarse en un determinado recinto y emitir su voto de manera personal.

• Voto postal: el elector migrante recibe por correo la documentación para votar y, después de marcar su papeleta, la devuelve por correo al país de origen.

• Voto por delegación de poder: en este caso, el ciudadano en el extranjero está facultado para nombrar a un apoderado que lo represente para emitir su voto en una mesa instalada en el país de origen o en el extranjero.

• Voto por medios electrónicos: el elector puede emitir su voto por medio de Internet, asistentes digitales personales y teléfonos fijos o móviles.

En Latinoamérica, el voto en el exterior se ejerce en su mayoría mediante el sistema de voto personal, el cual se considera más acorde con los principios del voto secreto. De once países que permiten a sus ciudadanos votar en el exterior, sólo México y Panamá utilizan el método del voto postal.

Otro punto importante que se debe observar, para cumplir con el derecho de universalidad del voto es quiénes pueden votar en el exterior. En algunas legislaciones sólo se permite votar a diplomáticos. En otras, como Argentina y Colombia, la persona debe residir de manera regular en el país extranjero en que ha de votar.

En el caso de República Dominicana, se permite que ejerzan su derecho al sufragio los migrantes regulares e irregulares.9 En comparación con otros países, el sistema electoral dominicano permite una mayor participación de sus ciudadanos residentes en exterior. Sólo no se les permite participar en el proceso a los transeúntes, que sí es permitido en Brasil.10

Hasta el momento, la experiencia dominicana en el tema ha demostrado que cada vez más dominicanos se interesan en participar en la elección del presidente dominicano, y es mayor el número de personas que se inscriben en el padrón. Pero, en contradicción con esa dinámica, aunque en términos absolutos son más los dominicanos que votan, en términos relativos, el porcentaje de inscritos que deja de votar también aumenta.11

2.1. Elecciones presidenciales 2004

Las primeras elecciones presidenciales que contaron con la participación de los dominicanos que residen fuera del país fueron las de 2004. En esa oportunidad se habilitaron 101 colegios electorales, distribuidos en once localidades. Específicamente, fueron consultados los dominicanos residentes en cuatro países: Canadá, Estados Unidos, España y Venezuela. Dado que la mayor concentración de dominicanos hábiles para votar fuera del país se encontraba en los Estados Unidos, para las elecciones del año 2004, el 82% de los colegios electorales en el extranjero fue instalado en este país.

En este proceso electoral estaba inscrito en el padrón exterior, como puede verse en el cuadro, un total de 52,440 dominicanos, que representaban el 1% del total de inscritos en el padrón global. De esa cantidad de empadronados se dieron cita en los centros de votación 35,042 ciudadanos. En general, la abstención en el exterior fue de 33%, superando en seis puntos la abstención de 27% que experimentó las elecciones en su totalidad.

De los países del exterior, el de menor abstención fue Canadá, ya que sólo 24% de las personas inscritas no se presentó a votar. Mientras que Estados Unidos, donde se congregaron 30,118 dominicanos para ejercer su derecho al voto, tuvo la segunda abstención más baja. El país que menos participó en términos relativos fue España, con una abstención de 52%.

2.2. Elecciones presidenciales 2008

Para las elecciones presidenciales de 2008, luego de la primera experiencia, la Junta Central Electoral (JCE) tuvo un mejor manejo de la convocatoria electoral fuera del país. Para ese proceso fueron habilitados colegios electorales en diecisiete localidades, distribuidas en ocho naciones. Fueron habilitados cuatro países que no estuvieron en el proceso anterior: Italia, Suiza, Países Bajos y Panamá.

El porcentaje de colegios electorales ubicados en Estados Unidos descendió de 82%, en las elecciones de 2004, a 68%, en las elecciones de 2008. El establecimiento de los colegios y las mesas electorales fue menos concentrado y abarcó un mayor territorio.

En este proceso, el padrón exterior experimentó un crecimiento de 195%, al pasar de 52,440 a 154,789 inscritos. En esta oportunidad, los residentes en el extranjero inscritos para poder sufragar en las urnas representaron el 2.7% del padrón electoral global. Tal crecimiento significó una mayor importancia para el voto de la diáspora.

En términos absolutos, la participación aumentó al pasar de 35,042 a 76,713 votantes (más que se duplicó). Esa cantidad representó un 1.9% del total de personas que ejercieron ese derecho en las elecciones de 2008. Además, los votos aportados por los ciudadanos en el extranjero al partido vencedor12 en ese certamen, representaron 2% del total de los votos alcanzados por éste.

Sin embargo, en términos relativos la abstención aumentó, ya que sólo votó 50% de los inscritos. Alcanzando un nivel de abstención bastante alto, en relación con el 33% de 2004, y el 29% de abstención que hubo en las elecciones de ese año es sentido general.

Observando la dinámica de este proceso electoral por país, se nota que España, siendo el segundo territorio con mayor cantidad de empadronados, volvió a ser el país con mayor abstención; 68% de los dominicanos inscritos no votó, superando por 18 puntos porcentuales la abstención de 2004. Lo mismo ocurrió en Estados Unidos, donde, a pesar de tener uno de los porcentajes de abstención más bajos, se verificó un aumento de 29% a 46%, entre 2004 y 2008. Pero, habría que resaltar que Estados Unidos (77%) y España (13%) suman el 90% de los dominicanos residentes en el exterior que participaron en las elecciones presidenciales de 2008.

3. Hacia una representación de la diáspora

Hasta el 26 de enero de 2010, el marco regulatorio del sistema electoral dominicano sólo otorgaba a los ciudadanos residentes en otro país el derecho a ejercer el sufragio. Pero los dominicanos ausentes no tenían una representación en el Congreso Nacional. A partir de la reforma de la Constitución de la República en el citado año, esta potestad le fue otorgada a la diáspora.

El artículo 81 de la Carta Magna, que trata sobre la representación y composición de la Cámara de Diputados, estipula en su acápite tercero que “serán elegidos siete diputados o diputadas de ultramar, en representación de la comunidad dominicana en el exterior’’. De esta manera, la República Dominicana se coloca como uno de los cuatro países de Latinoamérica que contempla en su legislación una representación de la diáspora en el Poder Legislativo.

Los diputados de ultramar representarán el 3.7% del total de legisladores que tendrá la Cámara de Diputados de República Dominicana, una vez sean elegidos en 2012. Esta cifra está por debajo de la representación que tiene la comunidad en el exterior de Ecuador y Panamá, en términos relativos, aunque no en términos absolutos. República Dominicana se sitúa como la nación latinoamericana con mayor número de diputados de ultramar.

La Constitución también refiere que la forma de elección y distribución de los diputados de ultramar estaría determinada por una legislación especial que regule el voto exterior. Para cumplir con esta disposición, la Junta Central Electoral (JCE) envió al Congreso Nacional un variopinto proyecto de ley, que fue aprobado por las cámaras legislativas.

La ley fue observada por el Poder Ejecutivo, que sugirió al Congreso introducir varios cambios. Consideraba que las tres circunscripciones creadas, limitaban el ejercicio del derecho a elegir y ser elegido a la capacidad administrativa de la JCE y excluían una gran cantidad de dominicanos que residen en otros países que no se incluyeron en las demarcaciones.

Posteriormente, el Poder Ejecutivo retiró las observaciones y se quedaron intactas las tres circunscripciones, a saber: la Cuenca del Caribe y Florida, con dos escaños; Estados Unidos y Canadá, tres escaños, y para Europa, dos escaños.

De esta forma quedó promulgada la Ley 136-11 del Voto Dominicano en el Exterior, que regula el ejercicio del sufragio de la comunidad dominicana en el exterior para la elección del presidente, vicepresidente y diputados de ultramar.

3.1 Representación de los dominicanos en el exterior

En lo concerniente a la representación, es importante comparar el peso que tienen los escaños asignados en cada una de las circunscripciones con respecto al número de votantes inscritos.

Norteamérica, compuesta por Canadá y Estados Unidos (sin la Florida y Puerto Rico), es la mayor circunscripción. Según el padrón entregado al corte de mayo de 2011, este bloque concentra el 54.8% de los electores dominicanos que residen en el exterior. A esta demarcación se le asignaron tres escaños, que representan un 42.9% del total de diputados de ultramar.

En tanto, España, Italia, Suiza y Países Bajos (sin las islas del Caribe), que componen la circunscripción Europa, albergan la segunda mayor cantidad de electores. En términos porcentuales, el 24.4% de los inscritos en el exterior reside en esta zona, a la que le corresponde el 28.6% de los diputados de ultramar.

En ese mismo orden, el tercer grupo en cuanto a número de inscritos es la Cuenca del Caribe y Florida. En este bloque se ubica un 20.8% de los dominicanos inscritos en el padrón exterior. Al igual que Europa, tendrá una representación de dos diputados.

La asignación de diputados, al igual que la formación de circunscripciones, responde a criterios de carácter legal. El establecimiento de al menos dos diputados en las circunscripciones más pequeñas cumple con lo que manda la Ley electoral 275-97 en su artículo 80, que dice que “las circunscripciones electorales deben tener al menos dos diputados”. También establece un mínimo de votantes por circunscripciones electorales (25,000).

Visto esto, y tomando en consideración que los 70,081 electores de New York representan el 63% de la circunscripción Norteamérica, se pudiera concluir que esta localidad pudiera tener una representación propia.

Sacando a New York de la circunscripción Norteamérica, ésta hubiese quedado con 40,646 electores, una cantidad muy parecida a la de Europa y la Cuenca del Caribe y Florida. Hecha la distribución de esta forma, le corresponderían dos diputados a cada una de las circunscripciones, y el número se hubiese elevado a ocho diputados de ultramar.

4. El voto exterior en las elecciones de 2012

El porcentaje que representan los dominicanos en el exterior, del total de inscritos en el padrón electoral, continúa creciendo. El último corte del padrón electoral que fue entregado por la Junta Central Electoral (JCE) a los partidos políticos muestra el hecho. Al 18 de mayo de 2011, los electores residentes en el extranjero representaban un 3.2% del total de inscritos.

Con miras a las elecciones de 2012, la JCE se propone tener empadronados a 350,00017 dominicanos residentes en el exterior, que corresponderían aproximadamente al 5% del total de electores. En el ejercicio de cumplir con esa meta, la institución encargada de organizar las elecciones ha puesto en marcha un proceso de empadronamiento que cuenta con la opción de inscribirse en línea, a través de su página web. Además, ha puesto en funcionamiento las Oficinas Coordinadoras de la Logística Electoral en el Exterior (OCLEE).

Hasta la fecha, el crecimiento del padrón electoral en el exterior es de 30.5%, con respecto a las elecciones de 2008. Esta cifra se encuentra muy por debajo del crecimiento de 195.2% que experimentó la cantidad de inscritos en el exterior en el 2008 con respecto a 2004. En cuanto a la distribución del padrón electoral en el exterior, la tendencia sigue siendo igual. El mayor porcentaje de inscritos se concentra en los Estados Unidos.

 

La mayor concentración de electores en los Estados Unidos se justifica con los 1.4 millones de dominicanos que residen en ese país. La data del Censo de los Estados Unidos 2010 indica que sólo en New York viven 675,000 dominicanos.18

Los resultados de dicho censo muestran que la cantidad de inscritos en el país norteamericano representa aproximadamente el 10% de los dominicanos que residen en ese país. Aun excluyendo los menores de edad, este porcentaje se considera bajo. Las razones pueden ser varias: desinterés en la política de su país de origen, desinformación, entre otras.

De todas formas, la cantidad de votantes inscritos hasta el momento en el padrón exterior es una cifra a la que los partidos políticos deben prestarle atención. Por ejemplo, los 70,081 electores inscritos en New York superan la cantidad de votantes que tienen diez de las provincias del país. Para citar algunas, está por encima de Samaná,Bahoruco y Hato Mayor.

En Madrid, que es la segunda ciudad que cuenta con más electores en el exterior, hay más inscritos que en Pedernales. Además, la importancia del voto exterior para las próximas elecciones se fortalece en el hecho de que las proyecciones de crecimiento del padrón en el exterior son mayores que la del padrón nacional.

 

Conclusión

La conquista del voto de los dominicanos en el exterior es un avance de la democracia dominicana, pues coloca al país entre aquellos que garantizan el derecho a sus ciudadanos de ejercer el sufragio, sin importar donde vivan. Su importancia reside en el hecho de que, cada día más, una gran cantidad de dominicanos y dominicanas viven en otros países, sin perder su ciudadanía.

También el voto exterior y la representación de la diáspora en el Congreso Nacional funcionan como mecanismo para estrechar los lazos con esa comunidad. En nuestro país, los dominicanos que residen en el extranjero conforman un sector importante, por el nivel de recursos que anualmente envían a través de las remesas y su participación en la política nacional.

En lo adelante, el reto de la Junta Central Electoral (JCE) es de convocatoria. La evolución de la abstención da señales de que se está haciendo más énfasis en el proceso de empadronamiento que en la participación en las votaciones. Este planteamiento se sustenta en que en el exterior se deben agotar dos pasos para poder ejercer el sufragio: inscribirse y luego acudir a las urnas. Esto supone que se debe realizar una activa campaña de inscripción y de organización de las elecciones.

Para 2008, 50% de los dominicanos residentes en el exterior que se inscribieron en el padrón, mostrando de esta forma algún tipo de interés en la política de su país, no se presentó a votar. Este nivel de abstención plantea una interrogante a analizar. Sin embargo, en las elecciones venideras de 2012 se espera un mayor nivel de participación, pues para el próximo certamen electoral, los dominicanos en el exterior tienen otra motivación: la de elegir a sus representantes.

 

BIBLIOGRAFÍA

Calderón, L. Brasil obligatorio y el renovado interés entre los electores en el extranjero. Recuperado el 4 de julio de 2011, desde http://aceproject.org/ace-es/topics/va/country-case-studies/brazil-compulsory-voting-and-renewed-interest?toc.

Duarte, I. (2002). Implicaciones políticas y electorales del voto dominicano en el exterior. Santo Domingo: Participación Ciudadana.

Herrera G. y Ramírez J. (2008). América Latina migrante: Estado, familia, identidades. Quito: Flacso Ecuador.

Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (2007). Voto en el exterior: el Manual de IDEA Internacional. México.

Junta Central Electoral (JCE). Elecciones congresuales y municipales 2004. Recuperado el 28 de junio de 2011 desde http://resultadoselectorales.jce.gob.do/boletines/2004/nivel2004.htm.

Junta Central Electoral (JCE). Elecciones congresuales y municipales 2008. Recuperado el 28 de junio de 2011 desde http://resultadoselectorales.jce.gob.do/boletines/2008/nivel2008.htm.

Junta Central Electoral (JCE). Entrega del padrón electoral, mayo 2011. Recuperado el 30 de junio de 2011 desde http://www.transparencia.jce.gob.do/Documentos.aspx.

Junta Central Electoral (JCE). Plan estratégico JCE 2011-2016. Recuperado el 05 de julio de 2011 desde http://www.transparencia.jce.gob.do/PlanEstratégico.aspx.

United State Census Bureau (2011). The Hispanic Population: 2010. Recuperado el 05 de julio de 2011 desde http://www.census.gov/prod/cen2010/briefs/c2010br-04.pdf.

 

NOTAS

1 Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (2007). Voto en el exterior: el Manual de IDEA Internacional. México.

2 L. Calderón. Brasil obligatorio y el renovado interés entre los electores en el extranjero. Recuperado el 4 de julio de 2011, desde: http://aceproject.org/ace-es/topics/va/country-case-studies/brazil-compulsory-voting-and-renewed-interest?toc.

3 Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral. Op. cit.

4 I. Duarte (2002). Implicaciones políticas y electorales del voto dominicano en el exterior. Santo Domingo: Participación Ciudadana.

5 Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral. Op. cit.

6 G. Herrera G. y J. Ramírez (2008). América Latina migrante: Estado, familia, identidades. Quito: FLACSO Ecuador.

7 Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral. Op. cit.

8 La ley electoral de Bolivia contempla el voto en el exterior, pero nunca ha sido implementado.

9 Duarte, I. Op. cit.

10 Ídem.

11 Medido por la abstención electoral.

12 El partido que resultó vencedor en las elecciones presidenciales de 2008 fue el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

13 País autónomo del Reino de los Países Bajos.

14 País autónomo del Reino de los Países Bajos.

15 Serán elegidos por primera vez en las elecciones del 20 de mayo de 2012.

16 Corte al 18 de mayo de 2011.

17 Junta Central Electoral (2011). Plan estratégico JCE 2011-2016. Consultado el 05 de julio de 2011 desde http://www.transparencia.jce.gob.do/PlanEstratégico.aspx.

18 United State Census Bureau (2011). The Hispanic Population: 2010. Recuperado el 05 de julio de 2011 desde http://www.census.gov/prod/cen2010/briefs/c2010br-04.pdf.